Dos despedidas
Antonio Basagoiti abandona la pol¨ªtica por voluntad propia y Gesto por la Paz se disuelve
El l¨ªder del PP del Pa¨ªs Vasco, Antonio Basagoiti, ha formalizado su despedida de la pol¨ªtica activa. Le sustituye Arantza Quiroga, expresidenta del Parlamento de Vitoria. El d¨ªa 4 se despidi¨® tambi¨¦n, votando su disoluci¨®n, el colectivo Gesto por la Paz. Ambas decisiones tienen en com¨²n no haber sido resultado de petici¨®n o presi¨®n alguna, sino de la libre voluntad de quienes la han adoptado. Aunque muchos pol¨ªticos y miembros de colectivos c¨ªvicos declaran frecuentemente que no piensan profesionalizarse en esa tarea, son pocos los que, llegado el momento, no encuentran pretextos para seguir. Solo por eso merecen resaltarse estas renuncias a sentirse imprescindibles.
Hay en la trayectoria pol¨ªtica de Basagoiti, iniciada hace 18 a?os como concejal de Bilbao, un gesto que le define. Apenas cerradas las urnas de las auton¨®micas de 2009 dijo p¨²blicamente al candidato socialista, Patxi L¨®pez, que su voto para la investidura ya lo ten¨ªa y sin contrapartidas, pero que consideraba mejor un acuerdo que recogiera las prioridades del nuevo Ejecutivo. As¨ª se hizo, y fruto del pacto fue un Gobierno que cont¨® con mayor¨ªa garantizada durante algo m¨¢s de tres a?os, y cuyo principal logro fue una pol¨ªtica de deslegitimaci¨®n de ETA y su entorno, decisiva para crear un clima social que favoreci¨® el cese de la violencia. El car¨¢cter escasamente sectario de Basagoiti y su inclinaci¨®n al pacto provocaron sordos reproches de sectores de su partido que confundieron lealtad ideol¨®gica con inflexibilidad pol¨ªtica. Las urnas no le fueron favorables en las auton¨®micas, pero deja un partido que ha salido del aislamiento en que le quiso confinar el nacionalismo radical y hoy es considerado imprescindible para cualquier iniciativa hacia la pacificaci¨®n definitiva.
Editoriales anteriores
Gesto por la Paz fue recibido desde el campo de la resistencia a ETA con condescendientes aires de superioridad, porque se manifestaba en silencio (tras cada asesinato) y trataba de agrupar a gente de diferentes ideolog¨ªas y con diferentes experiencias de vulneraci¨®n de derechos humanos. Ahora ha votado disolverse por considerar alcanzado su principal objetivo, el fin del terrorismo, no sin hacer un llamamiento a mantener una memoria viva de lo ocurrido que incluya el reconocimiento cr¨ªtico de la vulneraci¨®n de derechos humanos, sin que la existencia de otras formas de violencia pueda servir a la izquierda abertzale de pretexto para no asumir su responsabilidad espec¨ªfica por haber contribuido decisivamente a la practicada por ETA.
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