Una Eurovisi¨®n agitada
La ¨²ltima edici¨®n del festival demuestra que este no es un continente tan viejo y adormecido
Si hay quien todav¨ªa cree que Europa es un viejo y aburrido continente es que no ha seguido el ¨²ltimo festival de Eurovisi¨®n. Espoleados quiz¨¢ por el peso de la crisis y hartos probablemente de tanta pol¨ªtica de sal¨®n, la edici¨®n de este a?o ha roto moldes desde el primer minuto. En las instituciones europeas deber¨ªan ir tomando nota: el franc¨¦s, idioma oficial de Eurovisi¨®n de toda la vida, qued¨® relegado casi en exclusiva para el recuento de votos. Los n¨®rdicos cantaron en ingl¨¦s, lo que no es una novedad, pero tambi¨¦n las representantes de Rusia y de Alemania.
?Es el preludio del fin de los nacionalismos y la pluralidad ling¨¹¨ªstica? En absoluto. Las redes sociales se animaron sobremanera aireando las rencillas tradicionales con tuiteros indignados por la supuesta prevalencia de la pol¨ªtica sobre la calidad musical. Y ciertamente no solo las votaciones, sino tambi¨¦n muchas de las actuaciones pudieron ser interpretadas en clave pol¨ªtico-festiva.
La consagrada Bonnie Tyler, representante del pa¨ªs que propone un referendo para abandonar la UE, sufri¨® una votaci¨®n de castigo que no se correspond¨ªa ni con su calidad ni con su mensaje: Believe in me (Cree en m¨ª). Los empobrecidos griegos se lanzaron a un gamberro ska en el que reivindicaban la gratuidad del alcohol para enjugar las penas y la finlandesa Krista Siegfrids reivindic¨® el matrimonio gay besando en el escenario a una de las bailarinas, lo que, seg¨²n algunas informaciones, ha sido la causa de la espantada de Turqu¨ªa, que falt¨® a la cita junto con otros pa¨ªses deprimidos por la crisis como Portugal.
A la acusaci¨®n de plagio que planea sobre la canci¨®n ganadora de la danesa Emmelie de Forest, se ha unido ahora el enfado del presidente de Azerbaiy¨¢n, Ilham Al¨ªyev, que no entiende que su pa¨ªs no diera ni un punto a Rusia mientras esta premiaba a los azerbaiyanos con doce y exige una investigaci¨®n por si hubo error en el c¨®mputo del voto popular. No es que el resultado final cambie mucho, pero a Bak¨² le preocupa que el incidente empa?e sus ¡°fraternales relaciones¡± con Mosc¨².
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