Dios y Einstein
Puntuar¨¢ tanto traducir la Eneida como cantar el Venid y vamos todos con flores a Mar¨ªa
Un dios que necesita puntuar para la nota media tanto como el Teorema de Pit¨¢goras, es un dios con la autoestima por los suelos. Pero es el dios que el Gobierno de Rajoy acaba de introducir en nuestro sistema educativo, el dios de los siniestros Rouco Varela y Mart¨ªnez Camino, el dios del recientemente fallecido general Videla, de misa y comuni¨®n diarias, el dios que perdona al violador y excomulga a la violada por deshacerse de su semilla, el dios que ilumin¨® a Bush y Aznar, entre otros, para bombardear a la poblaci¨®n civil de Irak y poner en marcha los centros de tortura conocidos como c¨¢rceles secretas, el dios de Franco, que cre¨ªamos olvidado, el de Pinochet y el de su amiga ¨ªntima, Margaret Thatcher, un dios neoliberal, ultracapitalista, partidario de las privatizaciones en curso, de la reforma laboral, de las leyes mis¨®ginas de Gallard¨®n, de los para¨ªsos fiscales, el dios de Ana Mato, de B¨¢rcenas, de Wert, el dios de Ana Botella¡
M¨¢s que un dios, si lo piensas, parece un tipo con problemas de reconocimiento p¨²blico. Pues bien, ya lo tenemos en los libros de texto, a la altura de los grandes f¨ªsicos de la historia, de los m¨¢s famosos matem¨¢ticos, a la altura de los m¨¢s laureados ling¨¹istas, de los grandes poetas, a la altura de Verlaine o de Rimbaud, con los que se codear¨¢ en los ex¨¢menes de fin de curso. Puntuar¨¢ tanto traducir la Eneida como cantar el Venid y vamos todos con flores a Mar¨ªa. Quiz¨¢ esta haza?a legislativa de la Conferencia Episcopal, aliada con un Gobierno meapilas, acabe constituyendo la prueba m¨¢s palmaria de que dios no existe o que, de existir, es un pobre diablo. En eso lo han convertido al menos quienes se arrogan el monopolio de su representaci¨®n. Esperamos, ansiosos, las opiniones de quienes, creyendo sinceramente en ¨¦l, renuncian por eso mismo a hacerle competir con Einstein.
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