P¨®quer nuclear
No es cierto el argumento de que Garo?a est¨¦ abocada a p¨¦rdidas en las nuevas condiciones inversoras y fiscales
La empresa Nuclenor, propietaria de la central nuclear de Garo?a ha pedido un plazo (un a?o) para considerar las condiciones de explotaci¨®n de la central, el Gobierno acepta el enredo y el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) tambi¨¦n. La secuencia de los acontecimientos convierte el caso Garo?a en una astracanada. En breve: cuando el Gobierno anterior decidi¨® cerrar la central (un error estrat¨¦gico), Nuclenor y el PP se unieron en una virulenta campa?a p¨²blica en favor de su continuidad; despu¨¦s de las elecciones, cuando el PP esperaba que Nuclenor (Iberdrola m¨¢s Endesa) cumpliese las condiciones del CSN para prorrogar la explotaci¨®n (inversiones de reposici¨®n y en seguridad), la empresa dej¨® pasar el plazo, porque, asegur¨® en una excusa transparente, en las nuevas condiciones legales y fiscales marcadas por el Gobierno, la planta no era rentable; ahora retrocede, pide una pr¨®rroga para reconsiderar las condiciones (antes tan clara e irremediablemente da?inas para la rentabilidad de la central) y compromete su propia credibilidad y la del Ministerio de Industria.
Todo este vodevil demuestra que 1) no es cierto el argumento de que Garo?a est¨¦ abocada a p¨¦rdidas en las nuevas condiciones inversoras y fiscales; 2) Nuclenor, probablemente a instancias de Iberdrola, ha jugado una partida de p¨®quer para forzar al Gobierno a retirar el nuevo marco impositivo energ¨¦tico (Garo?a era, por as¨ª decirlo, el reh¨¦n de esta partida; y 3) Industria se ha plegado sumisamente al plante de Nuclenor, se ha inhibido del caso y est¨¢ dispuesto a cubrir la retirada de Nuclenor.
El retorno de Garo?a es la soluci¨®n econ¨®mica m¨¢s razonable. Pero desgraciadamente revela la debilidad cong¨¦nita del ministerio, un administrador capturado por el administrado. En lugar de dar la callada por respuesta al desaf¨ªo del cierre, la respuesta pol¨ªtica hubiera sido aceptar la decisi¨®n de Nuclenor, expropiar la central (puesto que ya no era rentable), reabrirla y destinar la electricidad generada a cubrir la demanda de las grandes empresas consumidoras, mediante contratos a largo plazo a un precio m¨¢s bajo, acorde con la amortizaci¨®n cumplida de la central.
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