La pel¨ªcula que Assange no quiere ver
WikiLeaks califica de ¡°panfleto¡± la cinta que cuenta su historia de su fundador
Los principales protagonistas de la pel¨ªcula We Steal Secrets: The Story of WikiLeaks viven encerrados. Julian Assange, refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres para no ser extraditado a Suecia, donde enfrenta cargos por abusos sexuales a dos mujeres; y Bradley Manning, en una prisi¨®n militar en Fort Leavenworth a la espera de un juicio que comenzar¨¢ el 3 de junio, tres a?os despu¨¦s de su detenci¨®n.
Ninguno de los dos podr¨¢ ver el filme de Alex Gibney, estrenado este fin de semana en Los ?ngeles y Nueva York, por razones obvias en el caso de Manning y en el de Assange porque no acab¨® en buenos t¨¦rminos con el director de la cinta, al que solicit¨® un mill¨®n de d¨®lares a cambio de concederle una entrevista ¡ªno hubo dinero; no hubo entrevista¡ª. Aunque, seg¨²n cuenta el cineasta, haciendo notar la iron¨ªa del caso, Assange se mostr¨® dispuesto a hablar si Gibney le contaba lo que hab¨ªan dicho de ¨¦l otros de los protagonistas del documental: el revelador de secretos y adorador de la transparencia espiando en la vida de otros.
Las m¨¢s de dos horas de pel¨ªcula comienzan mostrando el idealismo del fundador de WikiLeaks para acabar destacando su ambici¨®n y arrogancia y terminar la cinta convertida en casi una biograf¨ªa de Manning, el soldado de EE UU que supuestamente filtr¨® cientos de miles de cables clasificados del Departamento de Estado norteamericano a la organizaci¨®n de Assange.
La cinta se vendi¨® en el pasado Festival de Sundance como un documental, pero su pulso narrativo habla m¨¢s de un thriller-tecnol¨®gico ¡ªsi es que existe ese t¨¦rmino¡ª con la apostilla de ¡°basado en hechos reales¡±. Si el director pretend¨ªa que el p¨²blico acudiese a las salas bajo el reclamo de Assange, ese h¨¦roe-villano del que ya nadie sabe muy bien qu¨¦ pensar, lo ha conseguido. Pero los espectadores saldr¨¢n m¨¢s preocupados por el futuro ¡ªuna fr¨ªa celda en una prisi¨®n militar probablemente para el resto de su vida¡ª de Manning. Con su pelo plateado y un aire de malo de pel¨ªcula de James Bond, Assange ya dej¨® saber mucho antes de que la pel¨ªcula llegase a las salas que repudiaba la obra. ¡°Un t¨ªtulo cargado de prejuicios y nada ¨¦tico en el contexto de la espera de juicios criminales¡±, tuite¨® WikiLeaks a principios de a?o tras el pase de la cinta en Sundance. ¡°Es lo que alega la fiscal¨ªa y es falso¡±, puntualiz¨®.
Peque?o, muy peque?ito, casi invisible, con aspecto de triste lobo solitario refugiado tras sus gafas, esas que los marines de Quantico le arrebataron durante d¨ªas en su confinamiento solitario tras su arresto, Manning concede los momentos m¨¢s emocionantes del filme a trav¨¦s de transcripciones de los mensajes que cruz¨® en un chat por Internet con el hacker Adrian Lamo, quien termin¨® por entregarle a los militares estadounidenses.
La cr¨ªtica dice que We Steal Secrets es una exploraci¨®n apasionante del poder, la personalidad y la tecnolog¨ªa. Para los seguidores de WikiLeaks es un panfleto destinado a da?ar m¨¢s al hombre que destap¨® los trapos sucios de la diplomacia norteamericana aunque es otro el que enfrenta a juicio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.