Cuidado con la fragilidad, puede ser la fortaleza
Vaya por delante que ni todo lo curvo tiene por qu¨¦ remitir a lo org¨¢nico ni todo lo que recuerda el papel debe trasladar autom¨¢ticamente a Jap¨®n o a las fr¨¢giles y eternas l¨¢mparas Akari que el escultor Isamu Noguchi (1904-1988) ide¨® en los a?os 50 tras visitar la ciudad de Gifu y mezclar la producci¨®n local de linternas con la de sombrillas de papel. La historia sit¨²a la primera de esas famosas esculturas de luz (como ¨¦l las llam¨®) a orillas del r¨ªo Nagana. Noguchi la ide¨® para alumbrar con cuidado la pesca nocturna de un amigo pescador.
Hoy las l¨¢mparas Akari se producen en m¨²ltiples formas y formatos y sirven para alumbrar desde techos, mesas o suelos, eso s¨ª, siempre con la idea de combinar la ligereza, la falta de peso, con la iluminaci¨®n de donde parti¨® Noguchi. As¨ª las cosas, en la propia naturaleza de las luminarias ¨Cde papel, hilos y alambres- reside a la vez su mayor se?a de identidad y su mayor debilidad. Que un elemento tan sencillo sea de papel obliga a ser cuidadoso y le confiere un aire falsamente temporal (las luminarias son fr¨¢giles pero no est¨¢n pensadas para ser de usar y tirar) que le cierra la puerta a las viviendas m¨¢s pragm¨¢ticas. Tal vez por eso, dos dise?adores italianos parecen haber decidido acabar con ese problema y han ideado la serie de l¨¢mparas Rituals que sustituye el papel de las pantallas de Noguchi por el vidrio soplado.
Puede que Ludovica y Roberto Palomba hayan querido adentrarse en las casas cuyos propietarios son capaces de admirar las formas del escultor Noguchi pero no soportan aguantar las sutilezas del dif¨ªcil mantenimiento que requieren los objetos fr¨¢giles, ligeros y plegables fabricados en papel. Puede que simplemente hayan querido acabar con lo que para muchos consumidores es un problema: el mantenimiento de ese papel. El caso es que, sin ninguno de esos objetivo confesos, los Palomba han llevado a la l¨ªnea de producci¨®n de la empresa Foscarini, unas luminarias con pantallas realizadas en vidrio soplado cortado en l¨ªneas horizontales de espesor variable. Las l¨¢mparas se anuncian como capaces de modular la intensidad de la luz y de crear un efecto claroscuro. Su publicidad recurre al ¡°equilibrio entre Oriente y Occidente¡± para explicar de d¨®nde nacen. Y reconoce tambi¨¦n una deuda con las l¨¢mparas japonesas tradicionales que consiguen luz difusa. Ni una palabra de Isamu Noguchi y sus Akari.
Es evidente que es la pantalla de papel lo que convierte las l¨¢mparas Akari -caras para ser de papel, pero todav¨ªa en producci¨®n- en lo que son: una escultura sutil, fr¨¢gil e ingr¨¢vida capaz de proyectar una luz c¨¢lida e indirecta. A veces la identidad es eso, una debilidad. Pero otro tipo de debilidad ¨Cy aqu¨ª no caben ni la ignorancia ni la casualidad- demuestra quien tiene la lucidez para elegir bien en que se inspira y carece del valor que lleva a reconocerlo abiertamente.
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