Un ataque a la dignidad
Las sociedades de nuestro entorno son muy complejas, a la diversidad social hay que a?adir contradicciones que de manera transversal afectan a todos los colectivos. Podemos ver en los medios de comunicaci¨®n a diario que frente a las desgracias se superpone la opulencia de unos cuantos, frente al deterioro de la educaci¨®n y la cultura proliferan smartphonespara jugar a marcianos y hacer apuestas de f¨²tbol, frente a las llamadas a la ¨¦tica innumerables casos de corrupci¨®n de cuello blanco.
Como catal¨¢n me centrar¨¦ en mi tierra (aunque se puede trasladar al resto de Espa?a), para repasar en voz alta los problemas que se han ido acumulando y que teniendo como fundamento la crisis econ¨®mica y de valores, ha provocado un ¨ªndice de desempleo nunca visto que se ha cebado con las clases m¨¢s desprotegidas; la educaci¨®n de nuestros hijos y j¨®venes est¨¢ seriamente comprometida por la aplicaci¨®n de recortes sistem¨¢ticos; lo mismo se puede decir de la sanidad donde crecen las listas de espera; una generaci¨®n entera de conciudadanos que no tendr¨¢n una oportunidad digna de construirse un futuro. Y en medio de ese caos, ahogado entre noticias rosa, comedores sociales abarrotados, bancos de alimentos bajo m¨ªnimos, familias arruinadas y desahuciadas y lo que parec¨ªa algo caracter¨ªstico de otras latitudes, ?ni?os malnutridos!
Esos mismos medios de comunicaci¨®n que nos muestran informaciones ¨²tiles, interesantes, necesarias; que no dudaron en conjurarse para hacer una ¨¦pica defensa de la identidad catalana en forma de editorial conjunta no parecen dispuestos a unirse de nuevo en un llamamiento al sentido de la realidad m¨¢s all¨¢ de disquisiciones metaf¨ªsicas. Les invito a que consideren que es un ataque a la dignidad de Catalu?a que ni?os y ni?as de seis, siete u ocho a?os, que nuestros hijos, que los hijos de nuestros vecinos pasen hambre.¡ª Javier Gonz¨¢lez.
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