Vuelco en Ir¨¢n

Los expertos en Ir¨¢n recomiendan no hacer grandes pron¨®sticos electorales, y los comicios presidenciales celebrados el viernes les dan de nuevo la raz¨®n. El contundente triunfo del cl¨¦rigo moderado Hasan Rohan¨ª, que con un 50,7% de los votos evita una segunda vuelta, y el inmediato reconocimiento de los resultados por parte del r¨¦gimen han sorprendido casi tanto como la elevada participaci¨®n.

En efecto, a pesar de su campa?a vigorosa, Rohan¨ª no parec¨ªa tener excesivas posibilidades frente a la bien engrasada maquinaria de los conservadores alineados con el l¨ªder supremo, el ayatol¨¢ Ali Jamene¨ª. Por otro lado, el desencanto de la poblaci¨®n tras los comicios que dieron en 2009 el triunfo a Mahmud Ahmadineyad ¡ªensombrecidos por las sospechas de fraude y la brutal represi¨®n de las protestas¡ª hac¨ªa temer una fuerte abstenci¨®n. La participaci¨®n, en cambio, lleg¨® al 72%.

Sin embargo, tal vez no haya tanta sorpresa. Las piezas, de hecho, encajan en el tablero pol¨ªtico iran¨ª. El triunfo de Rohan¨ª refleja el hartazgo de la poblaci¨®n con los ocho tormentosos a?os de Gobierno del ultraconservador Ahmadineyad, marcados por el declive econ¨®mico y el aislamiento internacional. Las sanciones comerciales y financieras impuestas por la ONU, EE UU y la UE para frenar el programa nuclear, unidas a una desastrosa gesti¨®n econ¨®mica, han empujado a Ir¨¢n a la recesi¨®n. La inflaci¨®n (que seg¨²n estudios independientes roza el 40%) y el desempleo rampante han empobrecido a las clases medias.

La respuesta ha sido el masivo respaldo al candidato conciliador, que habl¨® de levantar las restricciones en Internet, de liberar a los presos pol¨ªticos, de relajar la persecuci¨®n de la polic¨ªa moral y de tender la mano a la comunidad internacional: no hay que olvidar que Rohan¨ª, de 64 a?os y educado en Reino Unido, fue el encargado de pactar en 2003 la suspensi¨®n del programa de enriquecimiento de uranio, reiniciado luego por Ahmadineyad.

Varios elementos hacen pensar que a Jamene¨ª le conven¨ªa este resultado. El l¨ªder supremo es consciente de que la ruta de Ahmadineyad estaba llevando al pa¨ªs a la cat¨¢strofe. El triunfo de Rohan¨ª le da la llave para despresurizar una situaci¨®n social insostenible. Eso puede explicar que esta vez haya habido una clara voluntad de transparencia en el recuento, que falt¨® en 2009. Y que, frente a la coalici¨®n de moderados y reformistas fraguada poco antes de los comicios, Jamene¨ª no se decantara por ninguno de los candidatos afines. El propio l¨ªder alent¨® la participaci¨®n y las autoridades extendieron el horario de votaci¨®n, cuando era obvio que la abstenci¨®n habr¨ªa beneficiado a los conservadores.

No hay que lanzar a¨²n las campanas al vuelo, pero el perfil pragm¨¢tico de Rohan¨ª abre unas perspectivas alentadoras. Los cambios en Teher¨¢n pueden tener una influencia positiva tanto en la negociaci¨®n nuclear como en la b¨²squeda de una salida pol¨ªtica en Siria. Las sanciones est¨¢n dando resultados, y Occidente debe aprovechar esta oportunidad.