Gran Hermano global

Saben cu¨¢ndo salimos y entramos. Saben d¨®nde estamos, por d¨®nde caminamos o por qu¨¦ carretera circulamos. Saben a qu¨¦ hora nos levantamos o nos acostamos. Saben cu¨¢l es nuestro trabajo, cu¨¢nto ganamos o gastamos, y en qu¨¦ lo gastamos. Saben si viajamos y en qu¨¦ hotel nos alojamos. Conocen nuestra cuenta bancaria y todos los detalles de nuestros gastos con tarjeta. Conocen nuestros gustos, nuestras preferencias, nuestro equipo de f¨²tbol, nuestra declaraci¨®n de Hacienda, nuestra inclinaci¨®n pol¨ªtica y nuestras creencias. Saben con qui¨¦n nos relacionamos, con qui¨¦n hablamos. Pueden espiarnos y vernos dentro de nuestro propio domicilio con la c¨¢mara que nuestro ordenador contiene.

Pueden leer nuestros correos y conocer nuestras conversaciones telef¨®nicas. La excusa es la de siempre, la seguridad.

Asusta pensar que del simple hecho de conocer, a la posibilidad de controlar solo hay un paso. Da miedo suponer ad¨®nde nos puede conducir todo esto. Aterroriza imaginar lo que alguien con poder de acceso a esta informaci¨®n o alg¨²n Gobierno sin escr¨²pulos pueda llegar a hacer alg¨²n d¨ªa. La tecnolog¨ªa que en apariencia parece hacernos m¨¢s libres puede terminar por someternos a la mayor de las esclavitudes. Los mundos imaginados por Orwell y Huxley pueden quedar obsoletos ante el Gran Hermano global al que nos est¨¢n conduciendo. Si esto va a ser el progreso, yo prefiero desconectarme.¡ª Sebasti¨¢n Fern¨¢ndez Izquierdo.