Explicaci¨®n inmediata

La Agencia Tributaria tiene que aclarar de inmediato lo sucedido con las anotaciones de venta de bienes inmobiliarios en 2005 y 2006 a nombre de do?a Cristina de Borb¨®n. Es impresentable que la Agencia no lo hiciera ayer, cuatro d¨ªas despu¨¦s de surgido el esc¨¢ndalo; ser¨ªa intolerable que no lo hiciera hoy. Ya que la direcci¨®n de la Agencia Tributaria no da el paso, el Gobierno tiene que orden¨¢rselo de manera tajante, en vez de mantener una actitud inexplicable de lentitud o un incomprensible intento de ganar tiempo.

La Infanta ya ha dicho, a trav¨¦s de un portavoz y de su abogado, que no son ciertos los datos sobre venta de propiedades a su nombre en 2005 y 2006, por valor de 1,43 millones de euros, que la Agencia Tributaria ha atribuido a do?a Cristina en un informe con trascendencia judicial y en el marco de un proceso donde se investigan delitos de evasi¨®n fiscal y blanqueo de capitales. Una vez que do?a Cristina lo desmiente, la Agencia Tributaria no puede salir del asunto dando a entender que todo puede deberse a un error de notarios o registradores al consignar los datos de identificaci¨®n del NIF de la parte vendedora, lo cual sugiere algo as¨ª como una concertaci¨®n de voluntades para perjudicar a la Infanta. Todas estas conductas son letales para la reputaci¨®n de una persona de la familia del Rey, ya cuestionada como consecuencia de los manejos de su marido, I?aki Urdangarin.

La negativa de la Agencia Tributaria a explicarse se complementa con la del propio ministro de Hacienda, Crist¨®bal Montoro, escudado en el argumento de que ignora el expediente de do?a Cristina, al igual que el de cualquier otro contribuyente. Pero este no es el momento de desplegar la bandera de la autonom¨ªa de la Agencia Tributaria, sino de responder por la actuaci¨®n del organismo que atribuye una serie de operaciones a una persona que dice no haberlas realizado en absoluto. El Ministerio de Hacienda se ampara en la ley para mantener la boca cerrada, pese a que en febrero pasado explic¨® diversos extremos relacionados con la situaci¨®n tributaria de Luis B¨¢rcenas, sin ir m¨¢s lejos. En todo caso, la negativa de la propia do?a Cristina es otro dato a favor de que Hacienda se explique.

El juez Jos¨¦ Castro intenta desentra?ar este nuevo misterio, para lo cual ha pedido a varios registros de la propiedad que le informen sobre las notas registrales de que disponen acerca de inmuebles o fincas incluidos en los datos de la Agencia Tributaria como vendidos por do?a Cristina. Tambi¨¦n el fiscal del Estado se encuentra a la espera de que sus servicios lo estudien. La justicia busca la verdad procesal, como es l¨®gico, pero los ciudadanos necesitan estar seguros de que la Agencia Tributaria no comete errores. En el tramo final de la presentaci¨®n de declaraciones por el IRPF, solo faltaba que Hacienda apareciese mezclada en una cadena de confusiones y equivocaciones.