El pol¨ªtico ¡°desleal¡±
Tras una vida al sol que m¨¢s calienta, Rafael Blasco se ve expulsado del para¨ªso
Defienda usted, desde el FRAP, la validez de la lucha armada para derrocar al franquismo. Salga de la oscura clandestinidad convertido en el hombre de confianza del primer presidente socialista de la Generalitat Valenciana, Joan Lerma, que tendr¨¢ a bien nombrarle por dos veces consejero. Ca¨ªdo en desgracia, resucite y mu¨¦strese ante el pueblo como el primer y principal colaborador ¨¢ulico del candidato del PP a la presidencia del Gobierno valenciano, Eduardo Zaplana, quien, pasado un tiempo, le responsabilizar¨¢ de las ¨¢reas de Empleo y Bienestar Social. Alcance su c¨¦nit pol¨ªtico con el tercer presidente valenciano, Francisco Camps. Con ese historial y un estrambote ¡ªportavoz del grupo parlamentario del PP en las Cortes Valencianas¡ª resulta que llega uno que alcanz¨® la alcald¨ªa de Castell¨®n y la presidencia de la Generalitat sin pasar por las urnas (Alberto Fabra) y de un papirotazo pone fin a 40 a?os de dedicaci¨®n a la vida p¨²blica por ¡°desleal¡± y no por corrupto (presunto). Qu¨¦ cosas.
Es Rafael Blasco, pol¨ªtico curtido en mil batallas, un hombre de indudable ambici¨®n; y seg¨²n una opini¨®n generalizada, un codicioso de obras de arte. ?Y desleal? Veamos. Fue fiel a Lerma hasta que este le denunci¨® por algunas maniobras oscuras en la Consejer¨ªa de Obras P¨²blicas. Tras un periodo de ostracismo, obligado por su paso por los tribunales, asesor¨® a Zaplana, a quien un d¨ªa abandon¨® en plena pelea de aquel con Camps, para ayudar a este. Su gesto fue debidamente recompensado. Pero estall¨® el caso Cooperaci¨®n, el saqueo de las ayudas p¨²blicas valencianas al Tercer Mundo: ocho millones de euros evaporados. Y muchos dedos, entre ellos los de jueces y fiscales, apuntaron a Blasco.
Hombre inquieto donde los haya, hace poco, en un programa televisivo, se le ocurri¨® recordar que Alberto Fabra tambi¨¦n fue imputado y no le ocurri¨® nada. El presidente valenciano, ante la sorpresa general, quiere arrojarle a las tinieblas exteriores de la pol¨ªtica por desleal. Como si la petici¨®n de 11 a?os de c¨¢rcel para Blasco, por parte de la Abogac¨ªa de la Generalitat, no tuviera nada que ver con tal decisi¨®n.
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