Una propuesta para la igualdad
El modelo federal, regulado y cerrado, que defiende UPyD es la alternativa al desbarajuste en que se ha convertido el Estado de las autonom¨ªas, y no la respuesta a las exigencias de los nacionalistas
Uni¨®n Progreso y Democracia plante¨® desde su nacimiento la necesidad de reformar el modelo territorial del Estado. Nuestra reflexi¨®n parte de la base de que el Estado de las autonom¨ªas ha derivado en un modelo elefanti¨¢sico, insostenible en lo econ¨®mico e inviable en lo pol¨ªtico. Un modelo incapaz, por su estructura obsoleta, duplicada e imprecisa, de garantizar el cumplimiento efectivo de los art¨ªculos de la Constituci¨®n que son innegociables, aquellos que proclaman derechos fundamentales como la igualdad, la justicia y la libertad.
Nadie puede negar que el sistema auton¨®mico transform¨® Espa?a; y la diversidad, muy especialmente la ling¨¹¨ªstica y cultural en territorios con dos lenguas oficiales, encontr¨® un camino de desarrollo desconocido hasta entonces. Pero mientras eso suced¨ªa, el nacionalismo identitario, particularmente en Catalu?a y el Pa¨ªs Vasco, reclamaba una mayor cuota de singularidad. Dicho de otra manera: la alta descentralizaci¨®n pol¨ªtica de Espa?a result¨® incompatible con las ansias de singularidad de los partidos nacionalistas. Lo que molesta a los partidos nacionalistas es que lo que ellos llaman ¡°el hecho diferencial¡± sea cada vez menor; es la distancia con los otros espa?oles lo que aviva sus instintos m¨¢s primarios para reivindicar, por la v¨ªa que sea, un trato pol¨ªtico diferente.
El modelo federal que defendemos desde nuestro partido, de alta descentralizaci¨®n pol¨ªtica, regulado y cerrado en la Constituci¨®n, no es una respuesta a las reivindicaciones nacionalistas sino una alternativa al desbarajuste en que se ha convertido el Estado de las autonom¨ªas. Hoy sabemos ¡ªpara eso sirve la experiencia¡ª que fue una ingenuidad pensar que el modelo auton¨®mico dise?ado en 1978 servir¨ªa para integrar al nacionalismo; se hizo la Espa?a de las autonom¨ªas para que el nacionalismo pasara a ser autonom¨ªa y resulta que las autonom¨ªas pasaron a ser nacionalistas¡ No cometamos ahora el mismo error; pretender calmar al nacionalismo ¡ªsecesionista o no¡ª con propuestas de federalismo es una soberana tonter¨ªa.
No hace falta que explique que no hay doctrina pol¨ªtica m¨¢s contraria al nacionalismo que el federalismo: el federalismo pretende la igualdad; el nacionalismo exige la diferencia. Si se trata de integrar a los nacionalismos hemos de tener claro que habremos de hacerlo pol¨ªtica y no sentimentalmente. Es la sociedad pol¨ªtica y democr¨¢tica la que estamos construyendo; y la pol¨ªtica no est¨¢ para proteger los sentimientos de nadie, sino los derechos de todos. Conviene que no nos equivoquemos: el nacionalismo es insaciable, y la estabilidad democr¨¢tica nunca podr¨¢ depender de su voluntad; no olvidemos que la estabilidad democr¨¢tica exige integrar no tanto a los nacionalismos como a las sociedades que tienen una fuerte conciencia nacional diferenciada.
El sistema auton¨®mico, elefanti¨¢sico y obsoleto, no garantiza la igualdad
y la libertad
de los ciudadanos
Desde UPyD proponemos un modelo federal cooperativo porque nos parece el mejor para Espa?a; por eso mismo partimos de la base de que es m¨¢s que posible que haya que sacarlo adelante a pesar de los nacionalistas. Hemos de abordar la reforma de la Constituci¨®n no para dar encaje a las reivindicaciones de los nacionalistas, sino para resolver de forma satisfactoria los retos que nos plantea la sociedad espa?ola del siglo XXI, una sociedad muy diferente de aquella a la que se enfrentaron los constituyentes cuando elaboraron la Constituci¨®n de 1978. Defendemos que se aborde esa reforma desde el reconocimiento de los indudables avances que se han producido en estos a?os de desarrollo democr¨¢tico y auton¨®mico; pero hag¨¢moslo tambi¨¦n desde el conocimiento de las disfunciones que ha generado el modelo abierto e indefinido del texto constitucional. Es hora de que reconozcamos que ese pacto que sirvi¨® para progresar desde la dictadura a la democracia est¨¢ agotado y convive mal con la integraci¨®n de Espa?a en la Europa pol¨ªtica a la que pertenecemos.
Nosotros no creemos que el Estado de las autonom¨ªas haya fracasado, sino que el modelo ha dado de s¨ª todo lo que pod¨ªa. Y digo esto porque en Espa?a hemos pasado de proclamar el ¨¦xito rotundo del modelo auton¨®mico ¡ªatribuy¨¦ndole, incluso, los m¨¦ritos de haber construido la democracia¡ª, a encontrar en ¨¦l el origen de todos los males de nuestro pa¨ªs. Y tampoco es eso; la causa del anquilosamiento no est¨¢ ¨²nicamente en el dise?o, sino fundamentalmente en la cerraz¨®n de las fuerzas pol¨ªticas viejas que se niegan a revisar un modelo que les ha dado muchos dividendos en forma de poder territorial.
Reformemos la Constituci¨®n atendiendo a la realidad pol¨ªtica de la sociedad espa?ola y no a la forma en la que los nacionalistas expresan sus demandas. Los nacionalistas se integrar¨¢n, con m¨¢s o menos satisfacci¨®n, dependiendo de las circunstancias. Pero esa integraci¨®n ser¨¢ siempre temporal, por lo que nunca deber¨¢ condicionar nuestras decisiones. Si tenemos ¨¦xito con nuestras reformas, la mayor¨ªa de la sociedad se mostrar¨¢ satisfecha, incluidos los que estaban dispuestos a seguir a los nacionalistas en su estrategia rupturista hacia la tierra prometida; y a los nacionalistas no les quedar¨¢ otro remedio que adaptarse o se quedar¨¢n en minor¨ªa.
Plantear la reforma de la Constituci¨®n era tab¨² cuando empezamos a hablar de ello hace cinco a?os; cada vez que nos han dicho que era imposible hemos aprovechado para explicar algo tan obvio como que las leyes no son divinas y que revisarlas a la luz de sus consecuencias es lo normal en cualquier democracia del mundo. Por otra parte, si se puede reformar la Constituci¨®n en 48 horas para garantizar que pagaremos la deuda, ?c¨®mo no va a poder hacerse para garantizar el cumplimiento efectivo de los derechos b¨¢sicos de los ciudadanos?
El Estado debe asumir competencias exclusivas en materias claves para defender el inter¨¦s general de los espa?oles
Nosotros proponemos reformar la Constituci¨®n cerrando en ella la distribuci¨®n de competencias entre Estado, las comunidades aut¨®nomas y los entes locales, de manera que el Estado asuma una serie de competencias exclusivas e intransferibles en materias clave para defender el inter¨¦s general de todos los espa?oles. Es oportuno recordar que en el informe emitido por el Consejo de Estado en 2006 ya se puso de manifiesto que el principio dispositivo que mantiene la constante apertura del sistema de distribuci¨®n de competencias puede da?ar el principio de igualdad y el inter¨¦s general, y que era recomendable el cierre del sistema y la inclusi¨®n en la Constituci¨®n de unas verdaderas competencias exclusivas del Estado.
Sin ¨¢nimo de ser exhaustivos, proponemos modificar el art¨ªculo 150.2 excluyendo de las materias consideradas como delegables o transferibles, en principio y como m¨ªnimo, las siguientes: representaci¨®n internacional, defensa, justicia, educaci¨®n, sanidad, medio ambiente, protecci¨®n civil, recursos naturales, urbanismo y gesti¨®n del territorio. Adem¨¢s proponemos que se establezca una mayor¨ªa m¨¢s cualificada para la aprobaci¨®n de los Estatutos de Autonom¨ªa. Tambi¨¦n creemos que dentro de ese dise?o federal del Estado ha de suprimirse la disposici¨®n adicional primera que consagra los derechos hist¨®ricos de los territorios forales, por ser contrarios al valor superior de la igualdad que rige la Constituci¨®n y por consolidar una situaci¨®n inaceptable de privilegio de unos espa?oles sobre otros.
La reforma de la Constituci¨®n que proponemos habr¨¢ de abordar cuestiones clave para la regeneraci¨®n democr¨¢tica, tales como la reforma del Tribunal Constitucional, la Fiscal¨ªa General del Estado y la Ley Electoral, reforzando tambi¨¦n la laicidad del Estado.
En nuestro partido creemos profundamente en las virtudes democr¨¢ticas del federalismo integrador, porque un sistema pol¨ªtico que garantice la unidad e incluya la diversidad es el mejor espacio para el desarrollo de las libertades democr¨¢ticas. Insisto: diversidad a partir de que est¨¦ garantizada la unidad. Y lo repito porque hoy en Espa?a nadie se atreve a reivindicar la unidad de la naci¨®n espa?ola como instrumento imprescindible para garantizar la igualdad y los derechos de la ciudadan¨ªa, la democracia en fin. Y es que la Espa?a constitucional, la que proclama que la soberan¨ªa reside en el pueblo espa?ol, no ha tenido a¨²n una verdadera oportunidad.
Estas son las propuestas pol¨ªticas de Uni¨®n Progreso y Democracia con relaci¨®n a la reforma de la Constituci¨®n y al modelo de Estado. S¨¦ que no es f¨¢cil llevarlas a cabo; pero creo que la necesidad es mayor que la dificultad. Y, sobre todo, conf¨ªo plenamente en la raz¨®n y la fuerza de la pol¨ªtica para hacer posible aquello que es necesario.
Rosa D¨ªez es diputada nacional y portavoz de Uni¨®n Progreso y Democracia.
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