Aunque parezca mentira por aqu¨ª pasa el tren

El mercado oficial est¨¢ en la calle paralela a las v¨ªas del tren, pero como se qued¨® peque?o los vendedores fueron poco a poco conquistando el exiguo espacio que quedaba entre las paredes del edificio y la v¨ªa f¨¦rrea. Como el tren de cercan¨ªas solo llega dos veces al d¨ªa (a las 8,30 y a las 11,30) y adem¨¢s la vieja estaci¨®n de Maeklong es su destino final y entra muy lento a nadie pareci¨® importar ese peque?o inconveniente. Unos funcionarios aparecen cinco minutos antes con unos silbatos y unas banderas anunciado la llegada de la m¨¢quina. Entonces los vendedores recogen con urgencia los toldos, retiran las mercanc¨ªas, esperan que pase la unidad¡­. y vuelven a colocarlo todo tal cual estaba.

?Esto es Tailandia, el pa¨ªs donde todo es posible!

Los tailandeses son amantes de la armon¨ªa y la belleza y en medio del caos habitual de un mercado asi¨¢tico, de los chaparrones del monz¨®n, de la anarqu¨ªa de los toldos desvencijados o de los olores de los regueros de aguas suciasexiste un m¨¦todo, una disciplina. Me asombra la elegancia de unos pescados colocados en perfecta simetr¨ªa, el equilibrio de unas cazuelas de bamb¨² para cocer las caballas, la rugosidad de la piel de los rambutanes, el color m¨®rbido de unas guayabas¡­

Es la belleza que sobrevive al caos. La irresistible simetr¨ªa del desorden.

El mercado de Maeklong est¨¢ cerca de la ciudad de Amphawa,a unas dos horas por carretera de Bangkok. Estos son algunos de los productos que pod¨¦is comprar all¨ª: