Desbarajuste
El problema es que cada vez que se desprende una viga del tinglado, del tenderete, del quiosco al que venimos llamando sistema, los damnificados somos usted y yo
Lo de llamar antisistema a cualquiera que se mueva tiene su aquel, su trampa, su contenido subliminal: si hay pe?a antisistema, es porque hay sistema. Deseng¨¢?ense, no hay sistema, hay un tinglado, solo que el t¨¦rmino antitinglado no funcionar¨ªa porque contra el tinglado se manifiestan hasta quienes viven de ¨¦l, es decir, el Gobierno y los partidos que, con m¨¢s o menos matices, se encuentran en su l¨®gica. Significa que los aleda?os del poder, de todos los poderes, as¨ª como su centro, est¨¢n corrompidos hasta el tu¨¦tano y con las formas de corrupci¨®n m¨¢s diversas que quepa imaginar. No es solo B¨¢rcenas. B¨¢rcenas es el Dioni de la comedia, el esperpento hacia el que se vuelven las c¨¢maras para distraernos de lo dem¨¢s. Si no hab¨ªa ido a la c¨¢rcel hasta ahora, era por eso mismo, porque mientras lo ve¨ªamos entrar y salir de su mansi¨®n, y darse el pase¨ªllo hasta el coche vestido de verano o invierno, seg¨²n, con la cartera de atrezo vac¨ªa, o quiz¨¢ con el pl¨¢tano de media ma?ana en su interior, no ve¨ªamos otras cosas. B¨¢rcenas viene a ser una Barbie o un Ken para adultos. Visti¨¦ndolo o desnud¨¢ndolo pasamos las horas muertas, que son las mismas que nos matan, convencidos de vivir bajo un sistema y no bajo un tinglado. Ahora lo podremos disfrazar tambi¨¦n de presidiario. Todos los tiempos, todas las actuaciones, est¨¢n calculadas al mil¨ªmetro. El problema es que cada vez que se desprende una viga del tinglado, del tenderete, del quiosco al que llamamos sistema, los damnificados somos usted y yo. En efecto, las vigas de la sanidad p¨²blica y de la pol¨ªtica educativa y de la justicia de las tasas y de las mentiras electorales caen sobre nuestras cabezas. Cuando alguien se queja, por inocente que sea su protesta, lo tachan de antisistema para hacernos creer que se rebela contra un orden y no contra un desbarajuste.
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