Un fallo hist¨®rico

Tras a?os de pleitos judiciales y tensos debates, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos ha dado un paso hist¨®rico en la batalla legal por el reconocimiento de los derechos de las parejas homosexuales. El encono contra estas resulta sorprendente en un pa¨ªs que ha hecho de la libertad su se?a de identidad. El Supremo ha declarado inconstitucional la pol¨¦mica Ley de Defensa del Matrimonio (DOMA), aprobada en 1996, que limitaba esta instituci¨®n a la uni¨®n entre un hombre y una mujer, lo que imped¨ªa que las parejas casadas en alguno de los 13 estados donde est¨¢ legalizada la uni¨®n homosexual pudieran acogerse a los beneficios fiscales, sociales y econ¨®micos asociados al matrimonio. El tribunal estabalece que esa ley ¡°viola la quinta enmienda de la Constituci¨®n al hacer unos matrimonios m¨¢s respetados que otros¡±. A partir de ahora, los hijos de las parejas gais ser¨¢n considerados tan leg¨ªtimos como los dem¨¢s, sus miembros tendr¨¢n los mismos beneficios que cualquier matrimonio y en el caso de que uno de ellos sea extranjero, podr¨¢ solicitar la residencia legal.

En la segunda resoluci¨®n el Supremo anula la medida del Estado de California que prohib¨ªa el matrimonio gay, poniendo fin as¨ª a una situaci¨®n esperp¨¦ntica por los vaivenes legales que ha provocado la resistencia de los sectores ultraconservadores a reconocer diferentes tipos de familia. El Tribunal Superior de Justicia de California legaliz¨® el matrimonio homosexual en mayo de 2008 pero en noviembre, despu¨¦s de que 18.000 parejas hubieran formalizado su uni¨®n, los grupos contrarios promovieron y ganaron un refer¨¦ndum para incluir en la Constituci¨®n la prohibici¨®n expresa del matrimonio gay.

Aunque el paso dado por el Supremo no implique su reconocimiento con car¨¢cter federal, como quer¨ªa el movimiento gay, la decisi¨®n tomada con California garantiza la seguridad jur¨ªdica de los estados en los que ya se ha legalizado y abre la puerta a que se extienda al resto. S¨ª que tiene alcance federal en cambio la anulaci¨®n de la DOMA, aunque su aplicaci¨®n no ser¨¢ sencilla. Una cuesti¨®n clave que tiene que dirimir el Gobierno de Barack Obama es qu¨¦ ocurre con las parejas que se han casado en un estado que reconoce el matrimonio gay pero viven en otro que no lo reconoce. Si prevalecen, como deber¨ªa, los derechos del matrimonio legalmente constituido y se respetan en cualquier lugar al que se traslade la pareja, el salto dado en favor de la igualdad ser¨¢ decisivo e irreversible.