No todo vale
Esta entrada ha sido escrita por Jaime Bravo. Puedes consultar su blog Beneficio marginal.
Un soldado reza mientras realiza labores de b¨²squeda tras la tragedia / EFE
El pasado 24 de abril varias f¨¢bricas se derrumbaron en Bangladesh, en el Sudeste Asi¨¢tico. Hubo, aproximadamente, 1127 muertos y 2500 heridos. Desde ese momento, la situaci¨®n en la que se encontraban los trabajadores banglades¨ªes fue un tema de debate en todos los medios de prensa. Hay una postura que defiende que, ciertamente, las f¨¢bricas donde los trabajadores banglades¨ªes trabajan les sacan de la pobreza y les dan perspectivas de futuro. Parecer¨ªa ser que, en los ¨²ltimos tiempos, el desarrollo est¨¢ ligado con la explotaci¨®n laboral y social.
Los n¨²cleos de producci¨®n textil del Sudeste Asi¨¢tico son varios: Pakist¨¢n, Bangladesh e India concentran gran parte de la producci¨®n textil de la zona. Myanmar, la antigua Birmania, pese a tener un nivel educativo en el que m¨¢s del 95% de la poblaci¨®n tiene acceso a educaci¨®n y con una equidad en el ratio ni?as?ni?os del 101% (en otras palabras, como la mayor¨ªa de los pa¨ªses europeos) tambi¨¦n se ha apuntado a la ¡®moda¡¯ del low cost. Pero, ?es esto una verdadera v¨ªa de desarollo?
Cuando las f¨¢bricas de Bangladesh se derrumbaron, muchos protestamos. Otros, defendieron que las f¨¢bricas siguiesen con su modelo de producci¨®n a costa de la ciudadan¨ªa. Soy consciente de dos cosas: muchas personas defienden el modelo pre?tragedia por intereses y las f¨¢bricas forman parte de la actividad econ¨®mica de los ciudadanos de Bangladesh. Ciertamente, y sin entrar en academicismos, Bangladesh est¨¢ pasando por lo que algunos economistas del siglo XX consideraron como espiral de pobreza. No hay ninguna duda de que Bangladesh no puede hacer otra cosa porque cambiar su modelo requiere de formaci¨®n y, la formaci¨®n, necesita capital. El dilema, entonces, es evidente: ?permitir o no las f¨¢bricas?
La realidad es que hay que abogar por una mezcla de las dos. Cuando ocurri¨® la tragedia, descubrimos que se daban unas condiciones infrahumanas. Realmente, dando una vuelta a los datos podr¨ªamos ver que Bangladesh es uno de los pa¨ªses subdesarrollados que tiene una gran dependencia de la agricultura como elemento que aporta al PIB, en particular, entre un 15 y un 24%. El sector industrial, por tanto, ha significado un beneficio. O, mejor dicho, podr¨ªa significar un beneficio. En cualquier caso, el desarrollo econ¨®mico no significa sufrir la explotaci¨®n. Desarrollo significa crear un modelo social, econ¨®mico y ambiental que sea sostenible. Que el capital extranjero invierta en un pa¨ªs en v¨ªas de desarrollo es importante, necesario. Debe, definitivamente, contribuir a la creaci¨®n de un modelo sostenible.
Es muy importante hacer hincapi¨¦ en dos cosas en particular. La primera, que las condiciones deben mejorar de manera radical en los pa¨ªses que atraigan a multinacionales extranjeras. Es insoportable ver lo que est¨¢ sucediendo en los pa¨ªses pobres donde se emplea a mano de obra menor de 18 a?os y donde la inversi¨®n en educaci¨®n se reduce a?o tras a?o mientras aumentan los permisos al capital extranjero. Adem¨¢s, la mejora de las condiciones sociales seguir¨ªa conllevando un amplio beneficio para estos. Los banglades¨ªes tienen el salario m¨¢s bajo del mundo textil ?30 euros mensuales al cambio. La segunda y ¨²ltima cosa es que los pa¨ªses subdesarrollados han de darse cuenta de que no todo vale para crecer. Considerar otros indicadores econ¨®micos es necesario para poder trazar una imagen real del pa¨ªs en cuesti¨®n. Las f¨¢bricas son importantes. Pero nunca olvidemos que las personas lo son mucho m¨¢s.
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