Este ¡®drone¡¯ es un cotilla
Los peque?os aviones no tripulados, que cada familia puede tener en casa, sirven de ayuda pero pueden invadir la privacidad del vecino
Un zumbido persistente turb¨® la apacible tarde en el jard¨ªn. Tumbada al sol y en biquini le cost¨® entender que aquello no era un cazabombardero, aunque volara, ni un moscard¨®n, aunque sonara igual. Finalmente, quiz¨¢s porque hab¨ªa antecedentes, la vecina de Seattle comprendi¨® que ese aparato que sobrevolaba su espacio a¨¦reo portaba una c¨¢mara con la que estaba grabando y, probablemente, enviando por Internet sus im¨¢genes retozonas; lo que antes se hac¨ªa por un agujerito de la valla para regodeo personal e intransferible.
La llamada a la polic¨ªa de la ciudad result¨® in¨²til, as¨ª como la posterior denuncia al vecino. Seg¨²n las leyes de Estados Unidos, el espacio a¨¦reo es p¨²blico. Como ocurre frecuentemente, la tecnolog¨ªa y la imaginaci¨®n del pueblo avanza m¨¢s deprisa que los legisladores, que ahora se ven ante una invasi¨®n de drones ¡ªaviones no tripulados¡ª que no son solo los grandes aparatos que esp¨ªan Afganist¨¢n o Irak, sino que cada familia puede tener uno en su cocina, pues resultan de lo m¨¢s pr¨¢cticos con su mando a distancia.
Modelos de apenas un par de kilos y unos cientos de euros ejercen funciones que antes solo eran posibles con caros medios, como los helic¨®pteros o un ej¨¦rcito de personal. Cientos de organismos ya emplean estos avioncitos en Estados Unidos, y no solo el Ej¨¦rcito o la polic¨ªa. Bomberos o vigilantes de la playa consiguen rastrear, con mayor eficacia y velocidad de respuesta, grandes espacios; pero tambi¨¦n las universidades los empiezan a utilizar para vigilar los campus y grabar con sus c¨¢maras, indiscriminadamente, todo lo que tienen a su alcance.
La eficacia choca con la privacidad de las personas, la reproducci¨®n de las im¨¢genes y con la misma intromisi¨®n de ser grabado sin permiso ni conocimiento. Si las gafas Google Glass han levantado pol¨¦mica por su capacidad para enviar por Internet inmediatamente lo que ve, mayor riesgo al abuso suponen estos avioncitos de mano.
A diferencia del vecino fisg¨®n, los drones tienen la posibilidad de socializar el cotilleo. Mientras llega la ley, que los paparazzi actualicen su equipo de trabajo para este verano.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.