Paradigmas falsos
La raz¨®n m¨¢s profunda de la crisis es que hemos encomendado nuestra libertad y nuestra supervivencia como sociedad a paradigmas falsos: la Constituci¨®n, el Estatuto de los Trabajadores, lo ¡°cient¨ªficamente probado¡±. Hemos sustituido la fe religiosa por la fe normativa. A la primera encomendamos nuestras almas; a la segunda, nuestros derechos, sueldos y libertades. Cre¨ªmos que yendo a misa los domingos borr¨¢bamos nuestros pecados y de la misma forma hemos cre¨ªdo que pod¨ªamos defender nuestras libertades se?alando con el dedo un art¨ªculo de la Constituci¨®n. La libertad es un huerto que precisa de nuestra atenci¨®n constante; no podemos encomendar su cuidado a los cuervos que comen sus granos ni a los topos que rapi?an sus frutos, aunque vengan avalados con un sello de garant¨ªa europea. Quiz¨¢ debi¨¦ramos exigir a nuestros gobernantes menos titulaci¨®n en econ¨®micas y mejor nota en ¨¦tica, y abandonar el viejo paradigma de los ¡°mejor preparados¡± para retomar el gobierno de personas con humanidad.¡ª Jos¨¦ Carlos Mart¨ªn Barcelona.
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