C¨®mo luce un anciano o el anuncio de la retirada de Mandela
El 1 de junio de 2004, poco antes de cumplir 86 a?os, en la Casa Mandela de Houghton, Nelson Mandela hizo un cari?oso anuncio de retirada, en una alocuci¨®n no exenta de humor. Aqu¨ª os la dejamos.
Se?oras y caballeros, amigos y colegas y, especialmente, fraternales compa?eros de los medios de comu-nicaci¨®n:
Gracias por tomar tiempo de vuestras ocupadas agendas para venir aqu¨ª y escucharme. Siempre he dicho que mucha gente viene a las reuniones como ¨¦sta en que nos encontramos por simple curiosidad, con la idea de indagar c¨®mo luce el anciano. Despu¨¦s de haber sido testigo durante las ¨²ltimas semanas de las especulaciones de los medios de comunicaci¨®n sobre mi retirada y sobre mi fallecimiento en curso, estoy todav¨ªa m¨¢s seguro de que es ¨¦se precisamente el verdadero motivo por el que os encontr¨¢is aqu¨ª. Pero eso no disminuye en absoluto mi estima por vuestra presencia. Al contrario, me hace feliz que mi longevidad inspire todav¨ªa una tan inmerecida atenci¨®n.
Observo entre la audiencia algunas caras que reflejan tristeza, pero voy a tener que daros otro disgusto. No estoy aqu¨ª para anunciaros una feliz partida. Y, en cualquier caso, mis familiares y consejeros me han advertido que no me ponga a contaros mi historia favorita sobre el que llega a la puerta del cielo, toca, da mi nombre y, entonces, le dicen que debe acudir a otro lugar. Parece que no es un cuento que le guste a la gente. Lo que he venido a hacer aqu¨ª esta ma?ana es m¨¢s una petici¨®n que un anuncio.
Voy a cumplir 86 a?os dentro de pocas semanas, ha sido una vida m¨¢s larga que la que se le ofrece a la ma-yor¨ªa de los mortales. Adem¨¢s, afortunadamente, estoy bien de salud, al menos seg¨²n mis m¨¦dicos. Conf¨ªo en que ninguno de los aqu¨ª presentes me acuse de ego¨ªsmo si pretendo, ahora que todav¨ªa tengo buena salud, usar el tiempo que me queda con mi familia, con mis amigos y conmigo mismo.
No pretendo esconderme totalmente de la vida p¨²blica, sin embargo, de ahora en adelante me gustar¨ªa es-tar en situaci¨®n de preguntar si ser¨ªa bien recibido para asistir a tal evento, en lugar de ser llamado para ser personaje de esas actividades. Por favor, no me llam¨¦is, yo os llamar¨¦.
Y para que nuestra generosa comunidad de gente acaudalada no se sienta mal, os aseguro que no os olvidar¨¦ del todo. Cuando tenga noticia de alguna causa que necesite vuestra contribuci¨®n econ¨®mica, os llamar¨¦.
Ahora, hablando en serio: mis actividades p¨²blicas cotidianas se reducir¨¢n dr¨¢stica y significativamente. Creo que la gente entender¨¢ mis motivos y me facilitar¨¢la oportunidad de hacer una vida m¨¢s reposada. Os lo agradezco a todos anticipadamente.
Ahora nos podemos concentrar mucho mejor en el trabajo de esas tres organizaciones independientes pero interrelacionadas. Encargada cada una de dar ex-presi¨®n a un aspecto espec¨ªfico del desarrollo humano, me satisface deciros que est¨¢n las tres completamente alineadas en el mismo sentido. La labor de cada una de esas tres fundaciones es distinta, pero complementaria entre s¨ª. John Samuel, Bongi Mkhabela y Shaun Johnson ¨Cde la Nelson Mandela Foundation, la Nelson Mandela Children¡¯s Fund y de laMandela Rhodes Foundation respectivamente¨C nos informar¨¢n sobre la labor y esfera de actividad de sus organizaciones. Supongo que os interesa tanto como a m¨ª saber en qu¨¦ trabajan y qu¨¦ es lo que puedan conseguir esas tres altamente funcionales y conjuntadas organizaciones que se mueven con nuestro nombre. Espero que comprend¨¢is la lucidez y el cuidado que es necesario aplicar para poner en marcha esas estructuras para que juegen un papel importante en el porvenir de Sud¨¢frica y de todo ?frica.
Gracias por vuestra atenci¨®n y gracias por ser amables con un anciano, d¨¢ndole la oportunidad de que descanse un poco, a pesar de que quiz¨¢s muchos de vosotros en el fondo pens¨¢is que despu¨¦s de haber reposado en una isla y lugares similares durante casi 27 a?os ese anciano no se merece en realidad tanto descanso.
Muchas gracias.
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Le pedimos que seleccionara su discurso preferido y Jon Txalaparta eligi¨® el que inclu¨ªmos aqu¨ª como una suerte de homenaje de homenajes a Madiba, al igual que lo fue la publicaci¨®n hace a?os del citado libro.
M¨¢s informaci¨®n www.txalaparta.com, en el tel¨¦fono 948755476 o e-mail jon@txalaparta.com
Todas las ilustraciones son de la serie Len Sak Cartoon, 1990-1994, un periodo hist¨®rico fundamental para el pa¨ªs, que culmin¨® con la presidencia de Nelson Mandela y una Sud¨¢frica m¨¢s democr¨¢tica. Ver aqu¨ª la galer¨ªa de Lensak
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