El camino del 'fracking'
Con los controles adecuados, la t¨¦cnica de extracci¨®n de gas no tiene m¨¢s riesgos
La fracturaci¨®n hidr¨¢ulica o fracking est¨¢ en boca de todos. Su utilizaci¨®n para la obtenci¨®n de gas no convencional ha levantado expectativas, pero tambi¨¦n dudas que han llevado a algunos colectivos a convertirse en oposici¨®n y solicitar su prohibici¨®n en ciertas zonas de Espa?a. Las sociedades modernas dependen de los hallazgos cient¨ªficos y de la aplicaci¨®n de nuevos conocimientos mediante la tecnolog¨ªa para seguir avanzando. Por eso, expertos y t¨¦cnicos debemos participar en el actual debate energ¨¦tico, desde el rigor y la imparcialidad, para ofrecer claridad y respuestas a los ciudadanos y elementos de juicio a las Administraciones que son quienes, finalmente, han de tomar la decisi¨®n m¨¢s conveniente a la sociedad.
Un primer paso ha sido la elaboraci¨®n, por parte del Consejo Superior Colegios de Ingenieros de Minas, del informe Gas no convencional, una oportundad de futuro, con la participaci¨®n de universidades, sindicatos, Administraciones p¨²blicas, empresas y organizaciones empresariales, comprometidos con la sostenibilidad del abastecimiento energ¨¦tico y la protecci¨®n del medio ambiente.
Como codirector de dicho informe, puedo asegurar que el proceso de elaboraci¨®n desde perfiles y visiones tan diferentes no fue tarea f¨¢cil. Pero sab¨ªamos que era necesario para obtener un documento de referencia (que no el ¨²nico). Hoy los ciudadanos disponen de un estudio que profundiza en todos los aspectos de la fracturaci¨®n hidr¨¢ulica, desde el consumo de agua y uso de aditivos qu¨ªmicos hasta la sismicidad asociada o la utilizaci¨®n del suelo.
La t¨¦cnica no es un peligro pero tenemos que asegurar que se aplica de una forma correcta
?Es o no peligrosa esta t¨¦cnica? La respuesta es simple, pero no breve. La t¨¦cnica no es un peligro pero, como en cualquier industria, tenemos que asegurar que se aplica de una forma correcta. Dicho de otro modo, los ciudadanos no deber¨ªan preocuparse por una t¨¦cnica cuyos riesgos son gestionables, sino estar expectantes de que los operadores cumplan la normativa y apliquen las mejores pr¨¢cticas que los obligan a proceder con las m¨¢ximas garant¨ªas de seguridad.
Tomemos por ejemplo la hipot¨¦tica contaminaci¨®n de los acu¨ªferos. ?Qu¨¦ precauciones debemos tomar desde que se empieza a construir un pozo? Son varias, entre ellas, el uso de una triple protecci¨®n de un acero especial con cemento interanular que hace totalmente imposible que exista un contacto entre el fluido de fracturaci¨®n o el gas metano y los acu¨ªferos.
Son tambi¨¦n numerosas las cr¨ªticas sobre el uso de agua. Se dice que se emplean enormes cantidades para fracturar un pozo, pero hay que saber que esa es una operaci¨®n que dura unas cuatro horas y se hace normalmente una sola vez, y para ella se utiliza la misma cantidad de agua que la necesaria para regar un campo de golf durante dos o tres semanas.
En comparaci¨®n, la energ¨ªa generada con gas no convencional precisa de una d¨¦cima parte del agua necesaria para producir la misma cantidad partiendo del carb¨®n. Adem¨¢s el agua se reutiliza. Una vez depurada, los residuos deben ser gestionados. Lo que, de nuevo, no significa que sean peligrosos si se cumple estrictamente la legislaci¨®n.
La energ¨ªa generada con gas no convencional precisa de una d¨¦cima parte del agua necesaria para producir la misma cantidad
Presentar los riesgos asociados con la fracturaci¨®n hidr¨¢ulica como un mal irreversible o una fatalidad est¨¢ totalmente injustificado. Los ingenieros tenemos tres m¨¢ximas para determinar la viabilidad de cualquier proyecto: capacidad t¨¦cnica existente, viabilidad econ¨®mica y sostenibilidad ambiental. La existencia de los tres es un requisito imprescindible para el ¨¦xito de cualquier proyecto. Sin excepci¨®n, y por muy atractivo que el potencial de un recurso como el gas no convencional pueda parecer.
Los versos de Antonio Machado, ¡°Caminante no hay camino, se hace camino al andar¡±, nos pueden guiar en el actual debate energ¨¦tico, econ¨®mico y medioambiental. Debemos andar, s¨ª, evitar el inmovilismo, pero tambi¨¦n evitar que un deambular sin un rumbo nos lleve al precipicio. Tenemos la obligaci¨®n de avanzar, siempre y cuando no se ponga en riesgo a la sociedad o a nuestro entorno.
Tras reflexivos debates t¨¦cnicos, sin juicios a priori, inspirados por el rigor y el conocimiento, los expertos y partes integrantes del grupo de trabajo sobre la fracturaci¨®n hidr¨¢ulica del Consejo Superior de Colegios de Ingenieros de Minas hemos concluido que con la tecnolog¨ªa y los controles adecuados, la industria de la extracci¨®n del gas no convencional tiene un riesgo similar a cualquier otra industria extractiva o transformadora. Los proyectos en marcha representan una oportunidad para explorar nuestro territorio y, eventualmente, confirmar las estimaciones de recursos que hoy d¨ªa situamos en torno a los 39 a?os del actual consumo en Espa?a. Por tanto, recorramos este camino con decisi¨®n y con las m¨¢ximas garant¨ªas de seguridad.
?ngel C¨¢mara es decano del Colegio de Ingenieros de Minas del Centro.
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