Un barco cargado de az¨²car
Los partidos pol¨ªticos son como barcos y el silencio es un alm¨ªbar que no solo une a Rajoy con el comunismo, tambi¨¦n revela que en la pol¨ªtica todo consiste en tapar una cosa con otra y seguir navegando
Sin llegar a ser una tendencia, el comunismo est¨¢ presente en muchas de las cosas que est¨¢n sucediendo. Por ejemplo, una de las caracter¨ªsticas b¨¢sicas del comunismo es la informaci¨®n escueta y silencio absoluto. Como el de Rajoy y tambi¨¦n como el del se?or Artur Mas, que ahora tambi¨¦n se embarca en la moda muteante la poco transparente financiaci¨®n de su partido.
Los barcos son para el verano. Lo del buque norcoreano Chong Chon Gang, que transportaba oscuras armas sovi¨¦ticas de los a?os sesenta bajo toneladas de blanqu¨ªsima az¨²car cubana, es la confirmaci¨®n de que el comunismo quiere estar entre nosotros. ?Hay que celebrar el nombre de este buque! Desde los tiempos de la exquisita Cio Cio San no ten¨ªamos algo tan sonoro y machac¨®n como Chong Chon Gang. Qu¨¦ pena que ya no est¨¦n tan de moda las canciones de verano (o que todas las canciones parezcan canciones del verano), pero esto es la respuesta norcoreana al mega hit surcoreano Gangman style.
En Venezuela, que tontea con el comunismo y dispone de una flota petrolera potente, gustan de bautizar sus buques con los nombres de las misses universo de ese pa¨ªs: el Pil¨ªn Le¨®n, el Maritza Sayalero¡ A lo mejor Chong Chon Gang existe y es una autoritaria miss de la revoluci¨®n cultural. Sea lo que sea, el Chong Chon Gang estuvo atracado en La Habana al mismo tiempo que se realizaba una cumbre de altos mandos militares de Cuba y Corea del Norte. Mientras ¨¦stos tomaban t¨¦ y mojitos, y despu¨¦s de leer un rato el Libro Rojo de Mao, soldados comunistas organizaron el abordaje de los cohetes desmontados, dos aviones MiG-21bis y otros cachivaches de los tiempos de la Bah¨ªa de Cochinos, para ser reparados en Corea y devueltos a La Habana.
El eco de B¨¢rcenas eclipsa hasta la nost¨¢lgica visita del rey a Marruecos
A los que se asombren del sigilo con que los cubanos despiezan un cohete, lo meten en un barco y lo sepultan en az¨²car como si fuera un merengue de lim¨®n, hay que recordarles que ya en 1962 el sigilo con estos misiles era de rigor. No fue hasta que derribaron a un americano que el mundo se enter¨® del armamiento nuclear en la isla. O sea, comunismo y sigilo van en el mismo c¨®ctel igual que la yerbabuena, el ron y el az¨²car.
Los partidos pol¨ªticos son como barcos y el silencio es un alm¨ªbar que no solo une a Rajoy con el comunismo, tambi¨¦n revela que en la pol¨ªtica todo consiste en tapar una cosa con otra y seguir navegando. As¨ª, debajo de toneladas de az¨²car, hay armas nucleares. Debajo de las aportaciones a una instituci¨®n cultural, hay financiaci¨®n ilegal de un partido nacionalista. Y debajo de una mayor¨ªa absoluta, hay un extesorero armado hasta los dientes de SMS, whatsapps y dem¨¢s artiller¨ªa tecnol¨®gica siglo XXI.
El comunismo es tambi¨¦n sin¨®nimo de burocracia, que es en lo que se oculta o diluye la moci¨®n de censura al callado presidente Rajoy. Ahora tenemos que esperar a algo llamado Diputaci¨®n Permanente, que recuerda mucho aquello del politbur¨®, para que se planteen all¨ª tres ¨²nicas preguntas sobre el tif¨®n B¨¢rcenas. Igual que en la Uni¨®n Sovi¨¦tica, esperaremos fumando un habano. Pero es que con su silencio, Rajoy en realidad no se debilita. Es una t¨¢ctica coreana, como de la primera reencarnaci¨®n de Bruce Lee, pero bien efectiva. Mientras ¡®?l¡¯ calla, los dem¨¢s nos vemos obligados a hablar, manifestarnos como este jueves en Madrid clamando ¡°dimisi¨®n¡±, hasta que nuestras palabras pierdan sentido o fuerza. El comunismo tambi¨¦n sabe esperar, cuando nos volv¨ªamos nuevos ricos, burbujeantes, estuvo ah¨ª agazapado, a sabiendas de que el que calla m¨¢s, luego sonr¨ªe mejor.
La expectaci¨®n por que Mariano hable es tan grande que hasta los beb¨¦s retrasan su nacimiento. En Buckingham est¨¢n hartos de esperar que Kate les entregue un nuevo Windsor. Quieren marcharse ya a Balmoral. En el ?Hola! trinan, porque se les acumulan las portadas y hasta Pen¨¦lope se reserva para dar a luz. Todos esperando a Mariano, como si retrocedi¨¦ramos al cine mudo justo antes de la llegada del sonoro y en vez de ¡°Garbo habla¡± fuera ¡°Mariano, habla¡±. Nos preocupa que, cuando al fin llegue ese momento, nuestro presidente desafine o suelte un gallo. Adem¨¢s, un presidente no es una cotorra. Y si habla, ?qu¨¦ va a decir? Negar¨¢, como san Pedro, tres veces. No hay que estresarse tanto, estas voces est¨¢n ensayadas y, como en las noches electorales o en los conciertos de los tres tenores, todos ganar¨¢n.
La voz de B¨¢rcenas y su eco han eclipsado casi todo, incluso la nost¨¢lgica visita del rey a Marruecos. Mientras a su esposa la abucheaban en Asturias, a ¨¦l lo piropeaban en Rabat. Y eso que era su primer acto oficial en el extranjero desde hace tiempo. Ni celebrando la envidiable estabilidad del reino vecino con un pelot¨®n de exministros desvi¨® nuestra atenci¨®n. ?Y si fuera posible repetir la experiencia en Berl¨ªn? En el Vanity Fair espa?ol intentan darle un empujoncito al monarca y, adelant¨¢ndose al reportaje que prepara la edici¨®n norteamericana, se han reunido con casi las mismas personas que hablaron en Madrid con el periodista Bob Colacello, buscando ofrecer un retrato m¨¢s dulce del que ofrecer¨¢n los gringos. Otro barco cubierto de az¨²car: guerra entre cabeceras por un mismo pa¨ªs disolvi¨¦ndose.
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