La otra aventura de Ona Carbonell
El esc¨¢ndalo de Anna Tarr¨¦s le pill¨® en pleno viaje espiritual por la India. Elegante, ambiciosa y disciplinada, hoy ejerce de estrella de un deporte que un d¨ªa pas¨® a ser una cuesti¨®n de estado
El d¨ªa que el Consejo Superior de Deportes descubri¨® que la nataci¨®n sincronizada espa?ola pod¨ªa proporcionar medallas ol¨ªmpicas de forma m¨¢s o menos regular, esta disciplina dej¨® de ser una aventura artesanal para convertirse en cuesti¨®n de Estado. Extinguida la llama de los corredores, los saltadores y los lanzadores, hacia 2008 las perspectivas de progresi¨®n del atletismo en Espa?a eran pr¨¢cticamente nulas. Fue entonces, bajo la presidencia de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, cuando los pol¨ªticos y los funcionarios a cargo de administrar las federaciones detectaron el poder propagand¨ªstico del ¨¦xito de los deportes acu¨¢ticos. No tardaron en redoblar el control de la federaci¨®n de nataci¨®n en un proceso que se acentu¨® en los ¨²ltimos a?os. Los Mundiales de Barcelona constituyen la culminaci¨®n de esa estrategia y su estrella es una flaca, elegante y ambiciosa que se llama Ona Carbonell.
A sus 23 a?os, Ona conquist¨® seis medallas en la piscina del Palau Sant Jordi y hoy se espera que logre una s¨¦ptima. Ninguna nadadora en el circuito es capaz de flotar con m¨¢s dulzura sobre el agua, ni doblarse en escorzos m¨¢s extremos. La chica posee tantas cualidades, y en Espa?a el avance de este deporte ha sido tan espectacular, que los cuatro bronces y las tres platas que est¨¢ a punto de lograr se sit¨²an por debajo de las expectativas. La primera contrariada parece la propia nadadora, que durante todos los campeonatos, cada vez que se ha subido al podio, ha exhibido una sonrisa sutilmente moderada.
Pertenece a la clase de competidores cuya seguridad en s¨ª mismos les sirve de permanente punto de apoyo. Apuntalan su presencia de tal modo que los altibajos parecen no afectarles. Tras ganar el bronce en el solo libre, esforz¨¢ndose hasta la ¨²ltima gota de energ¨ªa por completar una coreograf¨ªa demasiado exigente f¨ªsicamente, Ona asegur¨® haber experimentado una plenitud perfecta. Tan perfecta, que la valoraci¨®n de los jueces, para ella, quedaba en un segundo plano.
¡ªHoy he brillado; hoy me he sentido genial¡ª, dijo.
"Cuando no estoy en el agua, lo que m¨¢s tiempo me ocupa es el arte"
El medallero de Ona es ¨²nico entre todos los deportistas espa?oles que participan en los Mundiales. Su posici¨®n como figura indiscutible del equipo de sincronizada se termin¨® de consolidar en febrero, despu¨¦s de que Andrea Fuentes, hasta entonces la l¨ªder, renunciara a seguir. Los motivos que forzaron la marcha de Fuentes tuvieron un impulso pol¨ªtico. Fernando Carpena, que se hizo con la presidencia federativa con el respaldo de Jaime Lissavetzky, ex secretario de Estado para el Deporte, ejecut¨® una de las decisiones m¨¢s traum¨¢ticas que se han tomado en el deporte nacional: destituir a Anna Tarr¨¦s, la mejor entrenadora que hab¨ªa tenido la nataci¨®n espa?ola en su historia. Hasta ahora, ni el CSD ni Carpena han sabido explicar la medida. El juez que se ocup¨® del juicio laboral declar¨® el despido improcedente.
Cuando estall¨® la crisis que liquid¨® a la que hab¨ªa sido su descubridora, el 6 de septiembre de 2012, Ona estaba en Nepal. Acababa de ganar dos medallas ol¨ªmpicas en Londres y el d¨ªa 4, resuelta a descansar despu¨¦s de tanto estr¨¦s, vol¨® hacia Katmand¨² junto a su novio. Par¨® unos d¨ªas en la capital antes de trasladarse a Bhaktapur, a contemplar el templo de Nyatapola. Visit¨® los parques naturales, el santuario de los rinocerontes de Chitwan, y se encamin¨® hacia el Himalaya para caminar hasta la base del Annapurna. Los sherpas se encargaron de portear las cargas m¨¢s pesadas a lo largo de la marcha, que Ona complet¨® en cinco d¨ªas gracias a su condici¨®n f¨ªsica de atleta de ¨¦lite. ¡°Llegamos hasta los 4.200 metros y todas las noches tuve que dormir con zarig¨¹eyas¡±, confes¨®, con cierta repugnancia, ¡°pero fue una de las experiencias m¨¢s incre¨ªbles de mi vida¡±.
Ten¨ªa 13 a?os cuando la seleccionadora la incorpor¨® a los entrenamientos del equipo nacional
Cuando baj¨® del Himalaya cruz¨® la frontera y entr¨® en la India. Viaj¨® siguiendo el valle del Ganges. Se detuvo en Benar¨¦s. ¡°Nos levant¨¢bamos a las cinco de la ma?ana¡±, recuerda, ¡°¨ªbamos hasta la ¨²ltima escalinata que se sumerge en el r¨ªo, la m¨¢s solitaria. All¨ª la gente recib¨ªa el sol practicando abluciones en el r¨ªo sagrado. Las ceremonias eran impresionantes. Todos se lavaban. El agua estaba asquerosa¡±.
Vive en Valvidrera, uno de los barrios m¨¢s altos de Barcelona. Desde siempre. Sus padres son m¨¦dicos. Dice que el viaje a la India la marc¨® profundamente, y que lo que m¨¢s le impresion¨® de aquel pa¨ªs fue el car¨¢cter de su gente, los ni?os explotados, y los colores extra?os que hablaban de otro mundo. Armada de un cuaderno y un carboncillo, dedic¨® parte del viaje a dibujar.
¡°Me gusta el arte, la danza, la m¨²sica, el cine, el teatro¡±, enumera. Est¨¢ en tercer a?o de la Escuela de Dise?o de la Universidad Ram¨®n Llull, adonde acude en horario de noche, despu¨¦s de entrenarse por las ma?anas y por las tardes. ¡°Cuando no estoy en el agua, lo que m¨¢s tiempo me ocupa es todo lo relacionado con el arte¡±, dice. ¡°Me encanta ir a los museos con mi cuaderno, recorrer las salas y quedarme con la obra que m¨¢s me emociona. La pinto al carboncillo, capto una idea, y despu¨¦s la desarrollo¡±. Sus pinacotecas favoritas de Barcelona est¨¢n en el Museo Picasso y en la Fundaci¨®n Mir¨®.
"Una de mis experiencias m¨¢s incre¨ªbles ha sido subir al Himalaya"
¡°Yo de ni?a hac¨ªa gimnasia r¨ªtmica¡±, recuerda, ¡°era muy flexible, y a m¨ª el agua siempre me ha encantado. De peque?a me pasaba horas y horas en el mar sin salir. Entonces mis padres me preguntaron que por qu¨¦ no probaba la nataci¨®n sincronizada, que es una mezcla de las que son mis dos pasiones, el baile y el agua. Lo empec¨¦, me encant¨®, y as¨ª hasta el d¨ªa de hoy¡±.
Ten¨ªa 13 a?os cuando Anna Tarr¨¦s la incorpor¨® progresivamente a los entrenamientos del equipo nacional. Fue el inicio de una carrera que desde 2009 ha resultado en la cosecha de 30 medallas entre Juegos Ol¨ªmpicos, Mundiales y Europeos. Ella prefiere no mencionar a la que fue su entrenadora pero deja entrever que el pasado es m¨¢s sombr¨ªo que el futuro. Por fin, se siente protagonista, influyente y brillante.
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