Irak se consume
El Gobierno sectario y autocr¨¢tico de Al Maliki es incapaz de poner coto al terrorismo
Ayer murieron en zonas chi¨ªes de Bagdad y de otras ciudades iraqu¨ªes m¨¢s de medio centenar de personas en atentados con coches bomba, solo una jornada en lo que muchos consideran el m¨¢s sangriento mes de julio en a?os. En los tres meses anteriores, los fallecidos a consecuencia de actos terroristas en el pa¨ªs que se supon¨ªa pacificado tras la retirada militar estadounidense, hace a?o y medio, son m¨¢s de 2.500, seg¨²n Naciones Unidas, la inmensa mayor¨ªa civiles. Una realidad abiertamente incompatible con la existencia de un Estado viable y democr¨¢tico.
Irak, su exacerbada violencia y su caos pol¨ªtico, ha sido eclipsado en los ¨²ltimos a?os por la vor¨¢gine que sacude a otros pa¨ªses ¨¢rabes en proceso de transici¨®n. Pero tras ese velo informativo se est¨¢ produciendo la disoluci¨®n como Estado unitario y funcional de la naci¨®n llamada a irradiar la transformaci¨®n democr¨¢tica del mundo ¨¢rabe, como asegurara George W. Bush hace 10 a?os, antes de enviar las tropas a Bagdad. La guerra civil que enfrent¨® en Irak a las milicias chi¨ªes y sun¨ªes y que despu¨¦s volvi¨® a ambas contra el invasor se ha transformado en un terrorismo estructural ¡ªla sangre llama a la sangre¡ª que se considera ya adherido irremisiblemente a la vida cotidiana.
Bagdad es un trampantojo democr¨¢tico, pese a la proliferaci¨®n de partidos o la celebraci¨®n de elecciones. El enfrentado Gobierno de coalici¨®n entre chi¨ªes, sun¨ªes y kurdos, que dirige con mano de hierro el chi¨ª Nuri al Maliki, es incapaz de garantizar la seguridad ciudadana o prestar los servicios b¨¢sicos. Es reflejo de una ¨¦lite sectaria, opaca y corrupta a los ojos de la mayor¨ªa de los iraqu¨ªes, m¨¢s atenta a sus intereses que a los de un Estado en ca¨ªda libre. La determinante sombra de Ir¨¢n, en cuya ¨®rbita gira Al Maliki, y los acontecimientos de Siria, donde la mayor¨ªa sun¨ª combate a El Asad, agudizan el autoritarismo de un primer ministro que ignora la Constituci¨®n e igual purga a la minor¨ªa pol¨ªtica sun¨ª que llega al borde del conflicto armado con el Gobierno aut¨®nomo kurdo.
Como los dirigentes de otros pa¨ªses ¨¢rabes en ebullici¨®n, los de Bagdad tampoco quieren entender, pese al tiempo transcurrido, que el compromiso con el adversario y la inclusi¨®n de las minor¨ªas son elementos determinantes de la convivencia y la democracia. Irak, invertebrado y vulnerable, se aleja vertiginosamente de ese modelo, con consecuencias irreparables.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.