La factura el¨¦ctrica

Hace unos d¨ªas recib¨ª la factura electr¨®nica de mi consumo de luz. Es una factura muy visual, y seg¨²n la compa?¨ªa dise?ada para ser entendida por cualquiera. Tanto es as¨ª que hay un gr¨¢fico que me ha sorprendido: del total del importe de la factura, solo el 46% se deb¨ªa a consumo real, el restante 54% son impuestos y otros recargos.

Algo deberemos estar haciendo mal para que las empresas el¨¦ctricas se hayan transformado en empresas de recolecci¨®n de impuestos, y no de suministros de tan vital servicio. No lo s¨¦, no soy experto en sistemas fiscales, pero algo no est¨¢ bien dise?ado cuando suceden estas cosas. Puede ser que tengamos un d¨¦ficit el¨¦ctrico tremendo, que el fraude fiscal sea enorme, que los que m¨¢s tienen tengan mejores artilugios para pagar menos, o que el sector p¨²blico est¨¦ sobredimensionado (en algunas partes), pero alguien con sentido com¨²n seguramente no podr¨ªa esperar un minuto en comenzar a tomar medidas. Para empezar, y como alguna vez sugiri¨® Manuel Conthe, quitar la nacionalidad espa?ola a aquellos famosos defraudadores de impuestos (v¨ªa uso de para¨ªsos fiscales o instrumentos similares). Eso podr¨ªa ser un buen comienzo.

Seguir¨¦ pagando un 60% de impuestos en mi consumo de luz, pero mis hijos seguro que vivir¨¢n en un pa¨ªs con m¨¢s higiene ¨¦tica fiscal y, de paso, con menores cargas impositivas.¡ª Roman Weissmann.