Apostar por la seguridad

El pasado 24 de julio la conmoci¨®n por el accidente de Santiago nos sacudi¨® a todos.

Inmediatamente se atribuy¨® la causa del accidente al exceso de velocidad consecuencia del error humano. Pero no debemos enga?arnos, la realidad de los accidentes es siempre m¨¢s compleja.

El transporte ferroviario, al igual que el a¨¦reo, son sistemas dise?ados dentro del umbral de la "ultra-seguridad" debido a las consecuencias catastr¨®ficas de un potencial accidente. Es decir, tienen que ser capaces de realizar m¨¢s de un mill¨®n de operaciones sin sufrir un accidente, de manera que ning¨²n fallo aislado, incluido el error humano, ocasione la cat¨¢strofe.

El modelo conceptual de an¨¢lisis de accidentes se basa en que ¨¦stos ocurren por la coincidencia de un conjunto de factores necesarios que se denominan "fallos latentes", presentes en el sistema a la espera de un detonador que los active. Ese detonador, de una forma u otra, suele ser el siempre socorrido "error humano" del profesional de primera l¨ªnea.

Si aplicamos este modelo al accidente del Prestige, del Metro de Valencia, del vuelo de Spanair en Barajas, del autob¨²s de ?vila o del ALVIA en Santiago, convergen los "fallos latentes" del sistema de transporte espa?ol, que muestran un problema sist¨¦mico de seguridad que debemos resolver ya para evitar nuevas cat¨¢strofes.

La soluci¨®n pasa por crear un organismo multi-modal para la seguridad en el transporte, que tenga capacidad real para actuar con total independencia y cuente con personal cualificado y recursos suficientes para poder llevar a cabo su misi¨®n de investigaci¨®n, supervisi¨®n y estudio sobre cualquier hecho relacionado con el sistema de transporte p¨²blico.

Los planes de choque que se presentan despu¨¦s de una cat¨¢strofe nunca han dado resultados positivos a largo plazo

Otros pa¨ªses que han reconocido el valor estrat¨¦gico del transporte y el coste social de la siniestralidad, cuentan con organismos de este tipo. El Congreso de los Estados Unidos cre¨® el Consejo Nacional para la Seguridad en el Transporte (NTSB) en 1967, y desde 1974 es una entidad completamente independiente del Ministerio de Transporte (DOT) como ¨²nica forma de garantizar el cumplimiento eficaz de su misi¨®n de investigaci¨®n y vigilancia de la seguridad en el sistema de transporte, del que el DOT es el organismo regulador y tambi¨¦n se ve sometido al debido escrutinio. La NTSB es hoy una agencia federal conocida e identificada por los ciudadanos como el garante de la seguridad del transporte, en base a su independencia, transparencia, integridad, responsabilidad y capacidad de comunicaci¨®n.

Pa¨ªses como Holanda han ido incluso m¨¢s all¨¢, creando la Dutch Safety Board, con competencias para investigar todo tipo de accidente e incidente en cualquier ¨¢mbito -civil o militar-, y sector (no s¨®lo el transporte) que pueda afectar a la seguridad de los ciudadanos cuando ¨¦sta se deposite en las instituciones p¨²blicas.

En Espa?a estamos muy lejos de esos modelos. Existen tres ¨®rganos colegiados segregados entre si, uno para cada modo de transporte, cuyos responsables son elegidos o propuestos directamente por el Ministro/a de Fomento. Estas comisiones de investigaci¨®n no son los instrumentos adecuados para detectar y contrarrestar los "fallos latentes", que de forma estructural afectan a nuestro sistema de transporte.

Necesitamos un organismo multi-modal independiente que asuma las competencias ahora segregadas en tres comisiones, dotado de los necesarios recursos y de un mandato legislativo propio que le confiera la capacidad imprescindible para documentar la trayectoria de los "fallos latentes", promover las recomendaciones para desactivarlas y ofrecer el nivel de seguridad en el transporte que los usuarios demandan.

Ning¨²n ciudadano que haya tenido un sentimiento solidario con las v¨ªctimas de accidentes y ning¨²n representante parlamentario que vele por los derechos b¨¢sicos de los ciudadanos puede oponerse coherentemente a este cambio en la seguridad de nuestro sistema de transportes. Sin embargo, la decisi¨®n, en un sentido u otro, recae directamente sobre el Gobierno, que dispone de una mayor¨ªa absoluta en el Parlamento que le permite promover con urgencia esta necesaria iniciativa legislativa y conseguir su aprobaci¨®n.

En estos tiempos, cualquier medida se debe adoptar valorando los aspectos econ¨®micos. La sustituci¨®n de las tres comisiones actuales por un ¨²nico organismo multi-modal, s¨®lo puede traer eficiencia econ¨®mica y t¨¦cnica.

Hemos de reconocer que tenemos un problema de seguridad estructural en nuestro sistema de transportes, y nuestros representantes pol¨ªticos, con el Gobierno a la cabeza, deber¨ªan hacer Pol¨ªtica de Estado, apostando por la creaci¨®n de un organismo multi-modal independiente.

Las ofensivas pol¨ªticas y los planes de choque que se presentan inmediatamente despu¨¦s de una cat¨¢strofe nunca han dado resultados positivos a largo plazo, y lamentablemente, los fallos latentes estructurales de nuestros medios de transporte volver¨¢n a golpearnos antes o despu¨¦s si no los detectamos y corregimos.

Gustavo Barba es vicedecano del Colegio Oficial de Pilotos de la Aviaci¨®n Comercial y experto en Sistemas de Gesti¨®n de la Seguridad.