Locura militar en Egipto

(¡­) Los generales egipcios han demostrado m¨¢s all¨¢ de cualquier posible duda que no tienen las aptitudes ni el m¨¢s m¨ªnimo inter¨¦s en devolver la democracia a su pa¨ªs. Al contrario, la torpeza pol¨ªtica del general Al Sisi, l¨ªder de facto, y la brutal represi¨®n que ha desatado ahora amenazan con producir el peor de los resultados en una situaci¨®n ya cr¨ªtica: una criminal guerra civil.

(¡­) Ser¨ªa un desastre pol¨ªtico para Estados Unidos. Egipto es el pa¨ªs m¨¢s poblado y de mayor influencia en el mundo ¨¢rabe. Tambi¨¦n es estrat¨¦gicamente el vecino m¨¢s importante para Israel.

(¡­) Cancelar las pr¨®ximas maniobras militares conjuntas podr¨ªa llamar la atenci¨®n de los militares egipcios. Y si suspender el subsidio de 1.300 millones no funciona, al menos los ciudadanos egipcios sabr¨¢n que Estados Unidos no apoya la represi¨®n (¡­).

Los Hermanos Musulmanes tienen alguna responsabilidad. Desde el golpe del 3 de julio han mostrado poco inter¨¦s en negociar un camino de paz. (¡­)

Pero la mayor responsabilidad reside en el general Sisi, que se hizo con el poder de un Gobierno elegido democr¨¢ticamente (¡­).

La influencia de Washington sobre la opini¨®n p¨²blica egipcia es limitada. Eso tiene menos que ver con el tono moderado de Obama que con el apoyo acr¨ªtico de d¨¦cadas precedentes de Estados Unidos a dictadores como Mubarak y las fuerzas que le apoyaban. Es hora de que el presidente Obama empiece a corregir ese desequilibrio (¡­).

Nueva York, 14 de agosto