La serpiente polic¨¦fala

(...) La fiesta colorada fue un remake poco emocionante. Colorados fueron 14 de los ¨²ltimos 16 presidentes de la Rep¨²blica. (...) Los conocemos demasiado como para creer que el nuevo rumbo sea dram¨¢ticamente distinto a su tradici¨®n conservadora y prebendar¨ªa. Eso, sin embargo, no los convierte en predecibles. La ANR (...) es un monstruo de muchas cabezas, capaces de regenerarse al ser cortadas.

Apoyaron con entusiasmo durante 35 a?os a un dictador asesino. Cuando su consuegro lo derroc¨®, se apropiaron del m¨¦rito de traernos la democracia. Se subieron al carro del neoliberalismo de los a?os noventa con Wasmosy y no tuvieron problemas en volver a apostar a un pasado autoritario y militarista votando masivamente a Oviedo / Cubas. Se olvidaron de la ideolog¨ªa durante la pausa fiestera de Lucho Gonz¨¢lez, pero con Nicanor Duarte se definieron sin complejos como socialistas y humanistas.

Los une una instintiva vocaci¨®n de poder (...) y una asombrosa habilidad para el embuste pol¨ªtico. La pobreza y la desigualdad paraguaya, a no enga?arse, son hijos de decenas de a?os de Gobiernos colorados.

Con tanta ubicuidad y plasticidad, ?se anima usted a predecir qu¨¦ ideolog¨ªa usar¨¢n durante el mandato de Horacio Cartes? (...)

Maestros del ilusionismo, los colorados pueden ser de izquierda o de derecha, gobierno u oposici¨®n, todo al mismo tiempo. F¨ªjese en la novedosa dicotom¨ªa que plantean ahora: el gabinete de tecn¨®cratas de Cartes versus cupos para los seccionaleros. ?Qui¨¦n ganar¨¢ esta pulseada? (...)

Alfredo BocciaAsunci¨®n, 17 de agosto