Sue?os y utop¨ªas

Un sue?o aislado es una quimera o una fantas¨ªa; a veces, el preludio de una alucinaci¨®n. Pero un sue?o compartido es una utop¨ªa colectiva, un reto posible. Un desaf¨ªo. Cuando Martin Luther King (MLK), en las escaleras del Lincoln Memorial, pronunci¨® su discurso I have a dream (Tengo un sue?o), el 28 de agosto de 1963, construy¨® una de las m¨¢s poderosas utop¨ªas contempor¨¢neas. Esas 1.666 palabras sacudieron a la sociedad mundial con tres principios: m¨¢s unidad, m¨¢s igualdad, m¨¢s democracia. Los mismos que cien a?os antes, a mediados de junio de 1858, en la Convenci¨®n Republicana de Springfield que le postular¨ªa como candidato a senador por el Estado de Illinois, Abraham Lincoln transmiti¨® en su memorable discurso: ¡°Una casa dividida contra s¨ª misma no puede mantenerse en pie¡±. La pol¨ªtica como utop¨ªa necesaria y, en consecuencia, que debe ser posible y realizable. La utop¨ªa como proyecto.

La conexi¨®n Lincoln-King en el discurso y en la trayectoria de ambos es evidente en lo expl¨ªcito y en lo emocional. ¡°Pero cien a?os despu¨¦s, las personas negras todav¨ªa no son libres. Cien a?os despu¨¦s, la vida de las personas negras sigue todav¨ªa tristemente atenazada por los grilletes de la segregaci¨®n y por las cadenas de la discriminaci¨®n. Cien a?os despu¨¦s, las personas negras viven en una isla solitaria de pobreza en medio de un vasto oc¨¦ano de prosperidad material¡±. As¨ª habl¨® MLK.

La primera versi¨®n de Utop¨ªa, el libro fundamental del humanista del Renacimiento Tom¨¢s Moro, se public¨® en 1516. El texto es una s¨¢tira pol¨ªtica, pero tambi¨¦n una obra aleg¨®rica y rom¨¢ntica. Moro quer¨ªa denunciar los excesos del poder, la avaricia y la obsesi¨®n por lo material. Para ello describe, a trav¨¦s de un narrador que es un explorador, un mundo ideal (una isla), organizado racionalmente (es decir, justo) que se convierte en una comunidad pac¨ªfica que establece la propiedad com¨²n de los bienes. Toda la organizaci¨®n social de la isla (el trabajo, la propiedad, el ocio) pretende disolver las diferencias sociales y fomentar la igualdad. Una ciudad imaginaria. Una ciudad inexistente. Un ¡°no lugar¡±, como tradujo Utop¨ªa al castellano Francisco de Quevedo. Desde entonces, lo ut¨®pico se ha presentado como irrealizable, por inexistente, m¨¢s que por impensable. Por imposible, m¨¢s que por incomprensible.

El m¨¦rito hist¨®rico del discurso de MLK es dibujar la utop¨ªa de la igualdad como un recorrido posible, no como una isla inalcanzable; tampoco como una isla de marginaci¨®n, sino como un camino de superaci¨®n, integraci¨®n y redenci¨®n social y c¨ªvica: ¡°del oscuro y desolado valle de la segregaci¨®n al soleado sendero de la justicia social¡±; ¡°desde las arenas movedizas de la injusticia racial hasta la s¨®lida roca de la fraternidad¡±. Una marcha colectiva por una geograf¨ªa tortuosa y dif¨ªcil, pero que no impedir¨¢ que se cumpla el sue?o colectivo: ¡°todo valle ser¨¢ alzado y toda colina ser¨¢ bajada¡±. La marcha sobre Washington como met¨¢fora y etapa inicial.

I have a dream no es un pensamiento on¨ªrico, es una visi¨®n pol¨ªtica. De nuevo, la conexi¨®n con Lincoln es singular y sugerente. El presidente, torturado permanentemente por el destino y las repercusiones hist¨®ricas de sus decisiones m¨¢s dram¨¢ticas, hurgaba en sus sue?os (en sus pesadillas) para interpretar el futuro y reconfirmar su presente. Lincoln lleg¨® a so?ar ?unos d¨ªas antes? c¨®mo era asesinado, seg¨²n le explic¨® a su esposa, quien durante muchos a?os descifraba o interpretaba sus sue?os en el marco de una relaci¨®n tortuosa de dependencias mutuas y m¨²ltiples capas psicol¨®gicas entremezcladas con reproches y sentimientos cruzados.

Los sue?os han sido inspiraci¨®n y premonici¨®n de creaciones extraordinarias e hist¨®ricas. John Lennon compuso Imagine despu¨¦s de haber escuchado la melod¨ªa en un sue?o. Lo mismo afirm¨® Paul McCartney en relaci¨®n a la melod¨ªa del tema Yesterday. Y Albert Einstein inform¨® que su teor¨ªa de la relatividad fue inspirada en una serie de sue?os que tuvo entre abril y junio de 1905. Pero el sue?o de MLK fue m¨¢s all¨¢ de la creaci¨®n o de la invenci¨®n. Se convirti¨® en coro social, en bandera pol¨ªtica e himno generacional.

Cincuenta a?os despu¨¦s, su discurso es parte de la cultura universal. Trasciende el contexto y la historia concreta, para situarse en un plano moral y se transforma en imperecedero e inagotable. Cincuenta a?os despu¨¦s, la pol¨ªtica ?en particular en nuestra realidad m¨¢s pr¨®xima? se ha desgajado de la palabra que emociona, que interpreta y proyecta, que acoge y proclama. El descr¨¦dito de la pol¨ªtica es triple: no tiene sue?os que se conviertan en retos, no defiende utop¨ªas que comprometan a la acci¨®n y no encuentra las palabras que conmuevan y promuevan los cambios colectivos: aquellos que son mucho m¨¢s que la suma de los individuales.

I have a dream no es un discurso, es un manifiesto permanente para la acci¨®n y la movilizaci¨®n. Un camino, m¨¢s que un destino o una meta. Por ello no es de extra?ar que a los m¨¢s de dos millones de indocumentados que llegaron a Estados Unidos siendo ni?os y que podr¨ªan, potencialmente, beneficiarse de la aprobaci¨®n de la ley denominada Dream Act del presidente Barack Obama se les conozca hoy como los dreamers (so?adores).

El sue?o contin¨²a: el americano para muchos y el universal para todos. El sue?o de la fraternidad. Gracias eternas, Martin Luther King.

Antoni Guti¨¦rrez-Rub¨ª es asesor de comunicaci¨®n y consultor pol¨ªtico. Con motivo de la conmemoraci¨®n del 50? aniversario del discurso de Martin Luther King, ha coordinado la edici¨®n de un ¡®e-book¡¯ gratuito, en el que participan distintos autores, como Federico Mayor Zaragoza, Juan Mar¨ªa Hern¨¢ndez-Pu¨¦rtolas, Gumersindo Lafuente, Fran Carrillo, Rafael Vilasanjuan, Carlos P¨¢ez, Roberto Trad, Francesc Pujol, Yago de Marta, Xavier Peytibi y ?ngela Paloma Mart¨ªn. Estar¨¢ disponible a partir del 28 de agosto en la web conmemorativa www.gutierrez-rubi.es/istillhaveadream.