Merkel en Dachau

Angela Merkel visit¨® ayer, en plena campa?a electoral, el campo de concentraci¨®n de Dachau, al lado del pueblo del mismo nombre y muy cercano a M¨²nich, en el norte de Baviera. Fue el primero de los que crearon los nazis, el 22 de marzo de 1933, y sirvi¨® de modelo a los que vinieron despu¨¦s. Fue una f¨¢brica de matar, como los otros, y se calcula que all¨ª perdieron la vida m¨¢s de 40.000 personas.

Era la primera vez que iba a ser visitado por un ¡ªen este caso, una¡ª canciller, aunque el presidente Horst K?hler ya estuvo all¨ª en 2010. Las m¨¢s altas autoridades de Alemania han pasado por otros lugares del horror, sobre todo fuera de sus fronteras. Estuvieron en diferentes momentos en campos de Polonia, Francia, la Uni¨®n Sovi¨¦tica, y siempre para pedir perd¨®n de manera solemne. M¨¢s dif¨ªcil resultaba recorrer los escenarios de aquel espanto dentro de la propia Alemania. Dachau siempre procur¨® ser Dachau, y no la ciudad donde existi¨® un campo de concentraci¨®n. Pero no es f¨¢cil borrar la ignominia.

Se entiende, pues, que la visita generara pol¨¦mica. Todas aquellas instancias pr¨®ximas al sufrimiento de los jud¨ªos la saludaron porque ven¨ªa a confirmar que no hay olvido, que permanece la memoria del Holocausto. M¨¢s cr¨ªticos fueron quienes entendieron que no era de recibo acudir al campo de concentraci¨®n de Dachau en medio de una campa?a electoral.

La Alemania de hoy frente a aquella Alemania gobernada por los nazis, y que puso en marcha la Soluci¨®n Final, de eso trataba ayer la visita de Merkel. ¡°Sabemos muy bien que lo que de vosotros esperamos es algo sobrehumano, esperamos que se¨¢is sobrehumanamente inhumanos¡±, les dec¨ªa Himmler, uno de los arquitectos del exterminio, a aquellos que deb¨ªan implicarse en semejante tarea.

El campo de concentraci¨®n de Dachau no fue en su d¨ªa una remota entelequia que solo conoc¨ªan los c¨®mplices del horror, sino que formaba parte de una red de lugares que tambi¨¦n en Alemania se ocupaban de aniquilar a seres humanos. Por eso han sido muchos los que no han visto con buenos ojos que Angela Merkel, tras acudir a un lugar que resume lo peor de la condici¨®n humana, se fuera despu¨¦s a soltar un mitin en una cervecer¨ªa de M¨²nich.