El indicador del dolor

En apenas seis meses, entre junio y diciembre de 2012, la demora media para ser operado en Espa?a ha pasado de 76 a 100 d¨ªas, el mayor incremento desde que se cre¨® el registro unificado, en 2004. Un total de 571.395 pacientes estaban a principio de este a?o en lista de espera para una intervenci¨®n quir¨²rgica, un 6,4% m¨¢s que en el mes de junio anterior. En la lucha por reducir las listas de espera, Sanidad estableci¨® un tope de demora en algunas patolog¨ªas como muestra de su voluntad de mejora. Pues bien, las cifras ahora disponibles indican que tambi¨¦n aumenta el porcentaje de pacientes ¡ªhasta el 16,5%¡ª que supera los seis meses de demora m¨¢xima establecida, lo que supone un grave retroceso.

El volumen de las listas de espera es uno de los indicadores m¨¢s fiables de la calidad asistencial y de la eficiencia del sistema. Su evoluci¨®n es muy sensible tanto a los cambios organizativos como a los recortes econ¨®micos. Las medidas de ahorro establecidas a partir de 2010 han incidido sobre ambos factores y no cabe duda de que han repercutido sobre la negativa evoluci¨®n de este importante indicador. En primer lugar, el gasto p¨²blico destinado a sanidad se ha reducido en 6.865 millones de euros desde 2010, pero esta cifra enmascara un recorte bastante superior, pues el gasto real sol¨ªa superar en un 10% el presupuesto oficial. Este recorte se ha traducido en un reguero de decisiones organizativas que cada comunidad ha administrado seg¨²n su criterio y que incluye medidas como el cierre de quir¨®fanos por la tarde o la no sustituci¨®n de vacantes por vacaciones, enfermedad o jubilaci¨®n, lo que redunda obviamente en un aumento de los tiempos de espera.

Algunas de las medidas adoptadas son muy cuestionables, pues los ahorros que consiguen a corto plazo pueden traducirse a la larga en un incremento del gasto. La mayor demora en la espera para ser atendido por un especialista ¡ª59 d¨ªas de media¡ª no solo a?ade sufrimiento innecesario y resta oportunidades de diagn¨®stico precoz, algo vital para el pron¨®stico en algunas patolog¨ªas, sino que hace que se agrave el proceso, de manera que cuando el paciente es atendido requiere una actuaci¨®n m¨¢s costosa. La evoluci¨®n negativa de las listas de espera es el indicador m¨¢s visible de un proceso de descapitalizaci¨®n del sistema sanitario p¨²blico que es urgente atajar, no solo por sus consecuencias sociales, sino tambi¨¦n por sus efectos econ¨®micos a largo plazo.