Contra la igualdad

Cuando en 2012 el Ministerio de Educaci¨®n aprob¨® el decreto que permit¨ªa una subida general de las tasas universitarias al tiempo que reduc¨ªa la cuant¨ªa y endurec¨ªa los requisitos para obtener una beca, muchas voces advirtieron de las graves consecuencias que estas medidas pod¨ªan tener para algo socialmente tan importante como la igualdad de oportunidades. Dos a?os de subidas han encarecido las tasas universitarias de tal forma que muchas familias desistir¨¢n de llevar a sus hijos a la universidad. En Madrid, por ejemplo, el incremento oscila en los estudios de grado entre el 50% y el 92%. En los estudios de posgrado, la subida es incluso mayor. En Catalu?a, los m¨¢steres se han encarecido en dos a?os un 169%, y en Valencia, hasta un 216%.

Cuando est¨¢ a punto de comenzar el segundo curso con el nuevo sistema, hemos podido constatar las primeras consecuencias: un descenso, de momento leve, de los alumnos de grado por primera vez en a?os, y una ca¨ªda del 8% en las matr¨ªculas de m¨¢ster. Se cumplen pues las negativas previsiones que en su momento se hicieron. Lo que entonces no se vislumbr¨®, sin embargo, es que adem¨¢s de dificultar el acceso a la universidad de los estudiantes de las familias con menos recursos, el nuevo sistema de fijaci¨®n de tasas iba a provocar una nueva e inacaptable brecha de car¨¢cter territorial. Haciendo uso de su capacidad de autogobierno, las autonom¨ªas han aplicado el decreto de forma muy diferente. Mientras algunas como Catalu?a, Madrid, Castilla y Le¨®n o Valencia han aplicado los aumentos m¨¢ximos autorizados, otras como Andaluc¨ªa, Galicia o Cantabria han aprobado subidas m¨ªnimas, con lo que las diferencias alcanzan en algunos casos el 174%. El resultado es que mientras en Galicia la matr¨ªcula de Derecho cuesta 591 euros, en Madrid cuesta 1.620, tres veces m¨¢s. Y mientras en Andaluc¨ªa un estudiante del m¨¢ster de Formaci¨®n del Profesorado deber¨¢ pagar 757 euros, en Catalu?a le costar¨¢ hasta 2.116.

Las diferentes pol¨ªticas aplicadas reflejan la muy distinta sensibilidad de los Gobiernos aut¨®nomos en relaci¨®n a la igualdad de oportunidades en educaci¨®n. Har¨¢n bien sus ciudadanos en tenerlo en cuenta, pues es evidente que la crisis afecta a todas las comunidades por igual, pero no todas la afrontan con la misma sensibilidad social. Algunos Gobiernos apuestan m¨¢s claramente que otros por una universidad elitista de la que quedar¨¢n excluidas, salvo excepciones becadas, las rentas m¨¢s bajas.