El escultor de aromas
El artista Serge Mansau ha dise?ado m¨¢s de 200 frascos de fragancias en su carrera Trece a?os despu¨¦s de haber creado Flower by Kenzo presenta Flower in the air
Aunque su nombre no les suene, Serge Mansau (Par¨ªs, 1930) es un prol¨ªfico y reconocido escultor. Sus obras, eso s¨ª, no se exponen en el Louvre o el Pompidou (aunque con este ¨²ltimo museo est¨¢ planeando una gran muestra sobre toda su carrera), sino en las estanter¨ªas de las perfumer¨ªas. De su taller han salido frascos tan ic¨®nicos como ? de Lanc?me, Flower by Kenzo, D¨¦claration de Cartier, Eau de Rochas o Diorella.
Su casa en Thiverval, a las afueras de Par¨ªs, se ha transformado en museo improvisado en el que acumula todas las piezas que ha desarrollado desde los a?os sesenta. No solo los m¨¢s de 200 frascos de fragancias que ha tenido en el mercado, incluyendo su ¨²ltima creaci¨®n (Flower in the Air, de Kenzo), sino tambi¨¦n bocetos en vidrio de piezas que nunca se llegaron a producir a gran escala ¨C¡°por resultar demasiado caras para las marcas¡±, cuenta Mansau¨C y otras esculturas de mayor tama?o.
¡°El perfume tiene que ver con los sentidos, el medio ambiente y las actitudes¡±, reflexiona.
Mansau lleg¨® al dise?o de frascos de perfume casi por casualidad. Su familia lo presionaba para que fuera ingeniero (como su padre), pero ¨¦l so?aba con ser director de cine o escen¨®grafo. Estudi¨® en la academia de arte moderno, donde conoci¨® al famoso mimo Marcel Marceau. Este le inspir¨® a crear escenarios y a interesarse por las formas y los s¨ªmbolos de la naturaleza, algo que m¨¢s tarde no solo marcar¨ªa el car¨¢cter de su trabajo, sino tambi¨¦n el de su vida. ¡°El perfume tiene que ver con los sentidos, el medio ambiente y las actitudes¡±, reflexiona. No le gusta conversar. Prefiere expresar ideas sueltas al azar (sobre el teatro, el marketing, el aprendizaje o la infancia) y dejar que sea Estelle Mansau, su compa?era y esposa, quien las hile en un discurso.
Helena Rubinstein lo contrat¨® como escaparatista en 1960. ?l no tard¨® en decirle que sus envases eran terribles y la dama de la cosm¨¦tica, en lugar de enfadarse, le pidi¨® que dise?ara algo para ella. La crema Skin Dew supone su primera aproximaci¨®n a la cosm¨¦tica. Fue el primer paso de una prol¨ªfica carrera en la perfumer¨ªa, a la altura de otros grandes desconocidos como Pierre Dinand, Federico Restrepo, Thierry de Baschmakoff o Fabien Baron.
¡°En 2005 compr¨® una galer¨ªa de arte, pensaba que era un lugar ideal para hacer ex?posiciones o encontrarse con otros artistas. Pero el proyecto no result¨® viable. Con su trabajo y su car¨¢cter no es posible. Hay veces que no quiere ver a nadie¡±, explica Estelle. En la industria de los perfumes, Mansau tiene, efectivamente, fama de genio loco, hura?o y malhumorado. Es Estelle quien lidia con los proveedores, organiza las reuniones y cierra los contratos. ¡°Nos conocimos hace 40 a?os. Ambos est¨¢bamos casados y nos escapamos una noche. Jam¨¢s volv¨ª a mi casa ni me arrepent¨ª de esta decisi¨®n. Por aquel entonces, Serge ten¨ªa muchos problemas de trabajo. Comprend¨ª que era una persona fr¨¢gil y con mucho talento y le dije que me ocupar¨ªa de todo para que ¨¦l se centrara en crear¡±, relata.
El escultor (¨¦l se autodefine como ¡°artista in-disciplinado¡±) recibe a El Pa¨ªs Semanal sentado en el sof¨¢ de su sal¨®n. A sus 83 a?os, parece cansado. ¡°Est¨¢ lleno de proyectos, trabaja continuamente¡±, matiza su esposa. Mansau se levanta para dar un paseo alre?dedor de la casa y mostrar algunas de sus obras. Desde un invernadero construido con hojas de cristal hasta un coloso gigante ubicado a los pies de unas escaleras de caracol.
¡°Siempre quieren un perfume para una se?ora casada, maravillosa y feliz. Serge me dice: ¡®?D¨®nde se encuentra ese tipo de gente? No es real¡¯.
A tan solo unos pasos est¨¢n sus talleres. En uno moldea el vidrio, en otro se sienta a bocetar y trabajar, y a¨²n dispone de una tercera sala en la que guarda, como si fueran tesoros, cualquier tipo de cachivaches que encuentre, ya sea un envoltorio de un caramelo o los botones de una camisa vieja. ¡°No le puedo tirar nada¡±, explica ella, ¡°porque se acuerda de todo lo que ha ido acumulando a lo largo de los a?os¡±.
¡°Ahora se habla de la fragancia como una industria, pero nosotros creemos que es arte¡±, comenta Mansau. Y as¨ª trabaja. Su esposa asegura que ¨¦l nunca se ha le¨ªdo un brief (en ingl¨¦s, un resumen del esp¨ªritu de la fragancia). Ella s¨ª que los lee. ¡°Siempre quieren un perfume para una se?ora casada, maravillosa y feliz. Serge me dice: ¡®?D¨®nde se encuentra ese tipo de gente? No es real¡¯. As¨ª que se inspira en la naturaleza, las flores y las piedras. Dice que todo el mundo, rico o pobre, entiende la naturaleza¡±.
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