Ad¨®nde nos llevan

Dicen voces entendidas que las urnas no perdonan a traidores, que las promesas hechas e incumplidas por los partidos pol¨ªticos que pretenden gobernar y mandar ya no enga?an a ning¨²n ciudadano. Entre tantas voces, muestro mi escepticismo, porque los pol¨ªticos cuando creen que van a perder el bast¨®n de mando pactan con el mism¨ªsimo adversario con tal de continuar. Creer¨¢n que nos hacen un favor a los ciudadanos tratando de introducirse en nuestros cerebros (ya que nuestros bolsillos est¨¢n vac¨ªos) para hacernos manejables, para que creamos todo lo que nos dicen.

Voces dictatoriales han llenado el pasado siglo XX y el ser humano no ha aprendido. En los inicios de este siglo XXI otras voces presuntamente dem¨®cratas est¨¢n enga?ando al ciudadano. Con el est¨®mago enfermo por carencias alimenticias esenciales, con una educaci¨®n que nos retrotrae a un pasado olvidable, con unas pol¨ªticas identitarias que gastar¨¢n en su campa?a una parte importante de un presupuesto congelado desde hace dos a?os; cuando los discursos nacionalistas llevan a muchos ciudadanos a temer expresar su opini¨®n; cuando somos manejados como marionetas y respondemos a la voz del amo, es entonces cuando se vive sin libertad. Los nacionalismos siempre son excluyentes.¡ª Carmen S¨¢nchez Cabezuelo.