Bacterias de peso
Nunca se hab¨ªa demostrado tan claramente la relaci¨®n entre la obesidad con la flora intestinal
Dos hermanos gemelos comparten la totalidad de sus genes, al menos inicialmente, y por lo general tambi¨¦n se han criado en el mismo contexto social y familiar. ?Por qu¨¦ podr¨ªa estar uno gordo y otro flaco, como ocurre a veces? Cient¨ªficos de Washington, Marsella y Copenhague acaban de encontrar una importante clave: que sus bacterias intestinales son distintas. Estos investigadores han tomado ratones criados en condiciones est¨¦riles para que carezcan de flora intestinal, y les han infectado con la flora obtenida de uno u otro gemelo. Resultado: a igualdad de dieta, los ratones que llevan las bacterias del gemelo gordo engordan, y los que llevan las del gemelo flaco adelgazan. Esta es la primera demostraci¨®n clara y rigurosa de una relaci¨®n causal entre peso y flora intestinal. Entonces, ?ser¨ªa posible adelgazar tomando bacterias?
Es pronto para saberlo, naturalmente. Aunque el metabolismo de los roedores tiene un notable parecido con el humano, es obvio que ser¨¢n necesarios varios experimentos m¨¢s y unos ensayos cl¨ªnicos cuidadosamente planificados antes de que una estrategia probi¨®tica ¡ªbasada en microbios vivos¡ª pueda llegar a nuestra especie en forma de medicaci¨®n o, mejor a¨²n, de alimentaci¨®n.
Pero los cient¨ªficos se sienten optimistas respecto a esos futuros desarrollos. Al fin y al cabo ese ha sido desde el principio el objetivo de toda esta costosa experimentaci¨®n con gemelos y ratones esterilizados. La obesidad es en nuestros d¨ªas mucho m¨¢s que un problema cosm¨¦tico. El exceso de peso es la v¨ªa garantizada hacia la diabetes, el s¨ªndrome metab¨®lico y, desde ah¨ª, a la enfermedad cardiovascular, el infarto, el ictus, varios tipos de c¨¢ncer y otras causas de penalidad y muerte. La epidemia de obesidad es una consecuencia directa del festival de la grasa en el que viven los pa¨ªses occidentales, pero el mundo en desarrollo est¨¢ importando r¨¢pido ese estilo de alimentaci¨®n y amenaza con extenderse deprisa.
Una gran parte de la investigaci¨®n actual est¨¢ dirigida al asunto, y un c¨®ctel de bacterias adelgazantes ser¨ªa sin duda una gran ayuda.
Entretanto, no olvide el sabio consejo ancestral: menos plato y m¨¢s zapato.
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