Procedimiento confuso

Al cabo de tres a?os de iniciado el procedimiento por los ERE fraudulentos en Andaluc¨ªa, la juez Mercedes Alaya dicta un auto para que siete ex altos cargos, aludidos reiteradamente en los medios de comunicaci¨®n como implicados, puedan ¡°personarse en la causa¡±. Lo hace comunic¨¢ndoles su calidad de imputados a tenor de un art¨ªculo de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, el 118 bis, que ella misma califica de ¡°confuso¡±, en vez de seguir el camino marcado por la Constituci¨®n y la jurisprudencia, que es el de enviar la causa al tribunal que corresponde a su fuero como parlamentarios. Dos de ellos est¨¢n aforados en el Supremo, Manuel Chaves y Jos¨¦ Antonio Viera, puesto que son diputados a Cortes, y Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n adquirir¨¢ esa condici¨®n tan pronto como la C¨¢mara andaluza le elija senador.

En su d¨ªa, el diputado socialista Jos¨¦ Blanco y el senador popular Luis B¨¢rcenas aceptaron declarar voluntariamente ante el Supremo, una vez que este tribunal se hizo cargo de las causas instruidas por otros jueces. Lo ins¨®lito es que se pretenda que los aforados se personen en una causa que la instructora retiene en sus manos, pero en la que no puede inculparles de nada. No se entiende qu¨¦ necesidad tiene de usar un procedimiento ¡°confuso¡±, cuando existe otro m¨¢s claro. Se comprenden las dudas de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n sobre si el auto de ayer se ajusta o no a derecho.

Los efectos jur¨ªdicos de la decisi¨®n son pr¨¢cticamente nulos. En cambio, sus efectos pol¨ªticos y medi¨¢ticos resultan evidentes. La rapidez con que el PSOE andaluz ha retirado del Gobierno aut¨®nomo a todo posible implicado en los ERE fraudulentos tiene como objetivo que el equipo de Susana D¨ªaz eche a andar libre de sospechas. No porque haya implicados entre sus miembros, sino por la dificultad de separar su imagen de la de un partido cuyos m¨¢ximos dirigentes anteriores se ven aludidos como implicados, aunque sea sin m¨¢s precisiones que la aparici¨®n de ¡°cierta carga incriminatoria¡± ¡ªAlaya dixit¡ª respecto a prevaricaci¨®n y malversaci¨®n.

Necesitamos luces, y no nuevas sombras. Los procedimientos de la juez Alaya dilatan la tramitaci¨®n de la causa y retrasan los pasos necesarios para determinar qui¨¦nes son los responsables de las irregularidades cometidas. No tiene sentido que el caso de los ERE se transforme en el caso Alaya.