Los mitos en el amor

De Kus, Bernardien Sternheim (2001), Marcel Oosterwijk

Si hici¨¦ramos una lista de las cosas que necesitamos para ser m¨¢s felices, es posible que incluy¨¦ramos tener pareja, casarnos o evitar una posible separaci¨®n. La ciencia se ha remangado y ha analizado si toda esta lista de cosas maravillosas realmente nos aportar¨ªan la felicidad que buscamos. Y los datos son concluyentes: parece que son m¨¢s mito que realidad. Vamos a continuaci¨®n a analizarlos tomando como referencia las conclusiones de la doctora Sonja Lyubornirsky, profesora de Psicolog¨ªa de la Universidad de California:

1. Ser¨¦ feliz cuando me case con la persona adecuada:

Casarse nos hace felices (al igual que genera un estr¨¦s no siempre valorado a priori, pero eso da para otro tipo de an¨¢lisis). El problema no es contraer matrimonio, la dificultad surge cuando uno lleva casado m¨¢s de dos a?os seg¨²n la psicolog¨ªa. En 2003 investigadores europeos y americanos monitorizaron a un grupo de 1.761 personas que se casaron y cuyo matrimonio dur¨® al menos quince a?os. Los resultados fueron claros: los matrimonios recientes experimentan una gran felicidad durante los dos primeros a?os. Pasado ese tiempo, los niveles de felicidad regresan al mismo nivel en el que se encontraban. Este estudio ha sido replicado obteniendo resultados similares en varias ocasiones. As¨ª pues, lo importante no es casarse sino mantenerse feliz pasado el momento del entusiasmo de los primeros a?os.

2. No puedo ser feliz cuando mi relaci¨®n se ha roto.

Otro mito en la felicidad. Cuando rompemos nuestras relaciones sentimentales, ocurren dos fen¨®menos al mismo tiempo: por un lado, sobrestimamos lo vivido. En ese momento nos martilleamos con todos los bonitos momentos que hemos perdido, instantes, m¨²sicas, palabras dichas¡­ y dejamos aparcados los amargos (nunca sabr¨¦ si hay algo de disfrute en esa extra?a tortura a la que nosotros solos nos sometemos). Y por otro lado, subestimamos nuestra capacidad de resiliencia, es decir, de saber remontarnos de situaciones dif¨ªciles. El escenario que se construye en nuestra cabeza est¨¢ relacionado con la vida que dejamos de tener, que creemos que va a ser mucho mejor que la que el futuro nos depara. Una vez m¨¢s, la ciencia investiga sobre nuestra predisposici¨®n a la felicidad en este tema. Sonja Lyubornirsky nuevamente concluye: dos a?os antes de separarnos registramos los momentos de menos felicidad y a los cuatro a?os de divorcio en situaciones realmente complicadas, nos encontramos significativamente m¨¢s felices de lo que fuimos mientras estuvimos casados. No est¨¢ mal para desmontar un mito.

3. Necesito una pareja.

Muchos de nosotros pensamos que el hecho de no tener un compa?ero o compa?era sentimental nos har¨¢ infelices para siempre. Personalmente, creo que Hollywood se encarga de ello porque curiosamente casi todas las pel¨ªculas terminan en el momento del encuentro y obvian la rutina de la pareja. Pues bien, hay estudios que demuestran que no existen diferencias en los niveles de felicidad entre las personas solteras y las casadas, y que las solteras encuentran m¨¢s felicidad y significado en otras relaciones y ocupaciones. Ahora bien, aqu¨ª vale la pena remarcar una idea. Si uno no se da cuenta de la ventajas de la solter¨ªa, puede embarcarse en relaciones poco satisfactorias o de poco peso, como demostr¨® en su libro Bella DePaulo y como seguro m¨¢s de uno habr¨¢ vivido en sus propias carnes.

Casarnos, evitar una posible separaci¨®n o tener pareja no nos hacen felices necesariamente.

1. Reflexiona sobre cu¨¢l es tu situaci¨®n en el mundo de la pareja y qu¨¦ te dices a ti mismo que crees que aumentar¨ªa tu felicidad: tener a alguien, separarte¡­ ?Cu¨¢les son tus propios mitos?
2. Piensa en momentos pasados cuando estabas soltero o antes del divorcio. S¨¦ honesto contigo mismo y encuentra aquellos otros detalles que habitualmente obviamos: los malos momentos cuando est¨¢bamos con ella o con ¨¦l; o los buenos cuando disfrut¨¢bamos de la solter¨ªa.
3. Y por supuesto, toma las decisiones que requieres con valent¨ªa: A veces, es luchar por una relaci¨®n; en otras, es rendirse a la evidencia. La vida pasa demasiado deprisa para quedarse atrapado en futuribles.