Incendios en espacios protegidos

Los incendios de este verano, en distintos espacios protegidos, desde Galicia, Monte Pindo, hasta Mallorca, Andratx, en la sierra de Tramontana, con 2.300 hect¨¢reas arrasadas cada uno, nos han vuelto a hacer pensar. En estos espacios hay especies, ecosistemas, procesos que es importante conservar; por ello, las autoridades deben extremar la gesti¨®n tradicional y la vigilancia para que no ardan, adem¨¢s de una pol¨ªtica territorial adecuada. Es evidente que estamos lejos de ello.

Adem¨¢s, como se observa campa?a tras campa?a, los pinos y eucaliptos arden mucho m¨¢s, con relaci¨®n a la superficie que ocupan, que otras especies. En Galicia y norte de Portugal son plantadas para la producci¨®n, no son naturales de all¨ª y arden de una forma explosiva. Es necesario tender hacia ecosistemas m¨¢s estables, diversos y maduros, hacia bosques de robles y vegetaci¨®n aut¨®ctona y no hacia cultivos forestales para seguir un modelo social rentable y sostenible.

Ya todo el mundo reconoce que los incendios se apagan en invierno (aunque nuestros pol¨ªticos sigan sin potenciar, por ejemplo, la ganader¨ªa extensiva). Ahora hay que avanzar en las otras dos ideas. Solo comprobar los important¨ªsimos gastos en extinci¨®n ya demuestran que es mucho m¨¢s barato e inteligente prevenir que extinguir.¡ª Fernando Prieto.