La congelaci¨®n
La monarqu¨ªa lleva ya una temporada en fr¨ªo, con perd¨®n
El Gobierno ha congelado a casi tres millones de empleados p¨²blicos, en un proceso de congelaci¨®n general. Ese esfuerzo frigorista es lo ¨²nico que puede explicar lo inexplicable: la cuarta subida del precio de la electricidad en lo que va de a?o. Y es que se gasta una barbaridad en congelaci¨®n. Lo que se ahorra con recortes, se malgasta en el congelamiento popular. Si todo r¨¦gimen acaba siendo un ancien r¨¦gime, aqu¨ª estamos ya en esa deriva de excepci¨®n conservadora que es la democracia congelada. La monarqu¨ªa lleva ya una temporada en fr¨ªo, con perd¨®n. Una prueba es que el doctor Cabanela no ha querido cobrar la operaci¨®n al Rey. El propio m¨¦dico, con una iron¨ªa involuntaria, hizo un diagn¨®stico de la paciente instituci¨®n cuando le preguntaron sobre la movilidad del Monarca: ¡°?Yo no s¨¦ lo que hace un rey!¡±. En la infancia, en la ciudad portuaria, hab¨ªa una ¨¦pica de los frigoristas navales y el futurismo congelado. Ahora el Parlamento es una c¨¢mara frigor¨ªfica donde dominan pol¨ªticos frigoristas, cuya principal tarea es congelar los aut¨¦nticos debates. Somos agua en un 80%. La libertad de expresi¨®n es el componente h¨ªdrico de la democracia, pero no hay nada m¨¢s elocuente que un silencio helado. Ah¨ª est¨¢ el presidente, en el quicio del congelador, creyendo que el silencio es una tercera v¨ªa entre la verdad y la mentira. La revista Letras Libres ha elegido a Albert Camus como el manantial del siglo XXI. Era el suyo un pensamiento de agua libertaria que nunca se dej¨® congelar. Dec¨ªa: ¡°Mi patria es la justicia¡±. En la democracia congelada han puesto de presidente del Tribunal Constitucional a un frigorista con carn¨¦ que, entre otros m¨¦ritos, tom¨® parte en el congelamiento de Garz¨®n. La voz que quiebra el hielo es la de una Ant¨ªgona argentina, la jueza federal que intenta descongelar la impunidad del franquismo. Pero parece que el invierno ser¨¢ fr¨ªo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.