Nueva desgravaci¨®n fiscal
Ahora resulta que los donativos ilegales a un partido pueden servir para rebajarse impuestos
Un informe de Hacienda entregado al juez Pablo Ruz constituye una de las piezas m¨¢s entretenidas del caso B¨¢rcenas. Ahora resulta que los donativos ilegales a un partido pol¨ªtico pueden servir para desgravar en el impuesto de sociedades, puesto que la Ley de Financiaci¨®n de Partidos Pol¨ªticos no menciona expresamente que la recepci¨®n de fondos il¨ªcitos ¡°tenga consecuencias en el r¨¦gimen tributario¡±.
Quedan lejos los tiempos en que las llamadas de los inspectores de Hacienda solo sembraban la zozobra en el contribuyente afectado, cuando no se convert¨ªan en la causa de un serio disgusto. Los dos inspectores de hoga?o abren un ancho bulevar a los contribuyentes en falta, para que estrujen sus cerebros buscando recovecos por los que escaparse de la Agencia Tributaria. Sin duda no era el objetivo directo de su trabajo, pero las consecuencias pr¨¢cticas parecen evidentes: siempre se puede hacer algo m¨¢s, como desgravar por fondos ilegales, a la hora de rebajar las cuotas defraudadas y ahorrarse as¨ª la eventual condena por delito fiscal.
Vaya por delante que los informes de los inspectores tributarios a la Audiencia Nacional son eso: informes. Ni echan por tierra el criterio del juez, ni le vinculan de forma que el magistrado haya de seguir la posici¨®n adoptada por aquellos. El juez es el que decide, como no puede ser de otro modo en un Estado de derecho, y ni siquiera su criterio ser¨¢ el definitivo, porque habr¨¢ que estar a lo que se fije por sentencia firme. Ahora bien, tampoco se puede pasar por alto el peque?o esc¨¢ndalo suscitado por la opini¨®n de los inspectores, que, en vez de remar hacia la idea de que Hacienda somos todos, puede contribuir a que la ciudadan¨ªa se afirme en lo contrario.
Judicialmente no se ha terminado el partido. Pero el informe tiene la importancia de ser el primero que se adjunta al sumario sobre las implicaciones tributarias de la contabilidad B del PP. Haya o no consecuencias penales en este asunto, es dif¨ªcil pensar que un partido democr¨¢tico no resulte afectado en alg¨²n momento por la desmoralizaci¨®n de saber que necesita de un cierto retorcimiento en la interpretaci¨®n de las leyes para librarse de sus responsabilidades.
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