Por qu¨¦ nos mata la incertidumbre

Imagen: Rene Magritte, Faraway Looks (1927)

Nuestro cerebro se lleva muy mal con la incertidumbre. Preferimos conocer cuanto antes una mala noticia que vivir con la posible duda de si ser¨¢ buena o no. Supongo que todos lo hemos vivido en nuestras carnes y una vez m¨¢s, la medicina y la psicolog¨ªa se han puesto manos a la obra para confirmarnos que esto es as¨ª.

La primera investigaci¨®n de la que vamos a hablar se realiz¨® en la Universidad de Maastrich. No cabe duda que a veces los cient¨ªficos son de lo m¨¢s originales para ingeniar experimentos (y no cabe duda que hay voluntarios para todo). En este caso, sometieron a unos participantes a una serie de 20 descargas el¨¦ctricas. Un grupo sab¨ªa que recibir¨ªa un shock intenso en cada descarga, mientras que el otro sab¨ªa que recibir¨ªa 17 descargas moderadas y 3 intensas, pero desconoc¨ªa cu¨¢ndo tendr¨ªan cada una de ellas. Pues bien, ?qui¨¦nes ten¨ªan m¨¢s miedo al comienzo de la investigaci¨®n? Los resultados demostraron que los participantes que sab¨ªan que exist¨ªa una peque?a posibilidad de recibir una descarga intensa se mostraron m¨¢s atemorizados ¨Csudaron m¨¢s y su coraz¨®n lati¨® m¨¢s r¨¢pido- que aquellos participantes que conoc¨ªan al 100% que iban a recibir una descarga intensa. As¨ª pues, nuestra mente prefiere la certeza aunque sea de malas noticias, a la incertidumbre de una posible noticia positiva¡­

V¨¢monos a otra investigaci¨®n. Esta vez sin la amenaza de las descargas el¨¦ctricas pero con una enfermedad inc¨®moda de fondo. La colostom¨ªa es un proceso quir¨²rgico desagradable de reorganizaci¨®n del colon que hace que las sustancias de desecho del organismo se expulsen a trav¨¦s deuna c¨¢nula insertada en el abdomen. Un estudio realizado en la Universidad de Michigan investig¨® a pacientes con colostom¨ªas permanentes y colostom¨ªas posiblemente reversibles. Seis meses despu¨¦s de la operaci¨®n, los pacientes cuya situaci¨®n era permanente se mostraron m¨¢s felices que aquellos que pensaban que alg¨²n d¨ªa podr¨ªan volver a la normalidad. ?Por qu¨¦? Porque los primeros ten¨ªan una certeza y pudieron aceptar su situaci¨®n, mientras que los segundos vivieron en la incertidumbre sin aceptar su situaci¨®n y con la promesa de volver alg¨²n d¨ªa a la normalidad. De nuevo, una interesante conclusi¨®n. Somos capaces de adaptarnos a una situaci¨®n inc¨®moda una vez que hemos eliminado cualquier incertidumbre a su alrededor.

Una ¨²ltima investigaci¨®n. Psic¨®logos de la Universidad de British Columbia examinaron a personas que se hab¨ªan sometido a pruebas gen¨¦ticas para determinar el riesgo que ten¨ªan de desarrollar un desorden neurodegerativo llamado S¨ªndrome de Huntington. Aquellos que sab¨ªan que ten¨ªan altas probabilidades de desarrollarlo se mostraron m¨¢s felices un a?o despu¨¦s del an¨¢lisis que aquellas personas que no supieron el grado de riesgo que presentaban. ?Por qu¨¦? Una vez m¨¢s, porque el primer grupo ten¨ªa la certeza, mientras que el segundo se hab¨ªa mantenido en la incertidumbre.

Conclusi¨®n: Cuando se trata de noticias poco agradables, nuestros cerebros prefieren saber, porque solo de esta manera pueden aceptar la situaci¨®n, hacerle frente y superarla. Todo ello nos lleva a una reflexi¨®n importante con respecto a lo mal que se est¨¢ haciendo en algunas empresas, por ejemplo, cuando corren rumores de despidos y no se comunica adecuadamente. Como se deriva de las investigaciones anteriores, preferimos saber las malas noticias (y a?adir¨ªa, y ser tratados como adultos), que no el silencio que nos hace vivir la tortura de la incertidumbre. Y todo lo anterior lo podemos aplicarlo tambi¨¦n a la hora de comunicar nosotros una mala noticia a otras personas. Pretendemos hacerles un favor postergando la situaci¨®n o poniendo tiritas en la conversaci¨®n. Sin embargo, la ciencia ha demostrado que si tenemos que dar una mala noticia, es mejor ser directos y reducir cualquier posible incertidumbre, que no andarnos por las ramas y poner pa?os calientes. De este modo, la otra persona lo asumir¨¢ y podr¨¢ aceptarlo lo antes posible.

Nuestra mente prefiere la certeza aunque sea de noticias malas, a la incertidumbre de una posible noticia positiva.

F¨®rmulas:

1. Si te enfrentas a la incertidumbre ante una posible mala noticia, ponte en la peor de las situaciones y desarrolla un plan de acci¨®n B. La incertidumbre no desaparecer¨¢ pero al menos, habr¨¢s podido reducir su impacto.
2. Si te enfrentas a una situaci¨®n aparentemente desagradable es importante recordar que podemos ser capaces de reconstruir nuestra felicidad pasado un tiempo una vez que hayamos reducido la incertidumbre inicial.
3. Cuando tengas que dar una informaci¨®n negativa, acu¨¦rdate que es mejor saberlo que no vivir con la incertidumbre.

Fuentes:

Arntz, A., Van Eck, M., & de Jong, P. J. (1992). Unpredictable sudden increases in intensity of pain and acquired fear. Journal of Psychophysiology, 6, 54-64.

Wiggins, S., Whyte, P., Higgins, M., Adam, S., Theilmann, J., Bloch, M., et al. (1992). The psychological consequences of predictive testing for Huntington¡¯s disease: Canadian collaborative study of predictive testing. New England Journal of Medicine, 327, 1401-1405.

Smith, D. M., Loewenstein, G., Jankovich, A., & Ubel, P. A. (2007). The dark side of hope: Lack of adaptation to temporary versus permanent colostomy, unpublished manuscript.