Cadena de erratas

Despu¨¦s de pasar por un mill¨®n de manos y varios directores generales, resulta que el Presupuesto se ha equivocado en nueve d¨¦cimas al calcular la relaci¨®n deuda/PIB en 2014. Dec¨ªa la literatura presupuestaria de 2014 que la deuda crecer¨¢ hasta el 99,8% del PIB, al borde mismo del 100%. S¨²bitamente, la secretaria de Estado de Presupuestos, Marta Fern¨¢ndez Curr¨¢s, asegur¨® en la Comisi¨®n de Presupuestos del Congreso que, desafortunadamente, se hab¨ªa producido un error. Era el 98,9% y no el 99,8% del PIB. Casi un punto de diferencia, unos 10.000 millones. La secretaria de Estado, con impostada ingenuidad, valor¨®: ¡°No es mucho, pero nos aleja un poco m¨¢s del 100%¡±. Pues s¨ª, pero solo en el caso de que la explicaci¨®n sea cre¨ªble ¡ªlas cuentas salen de ordenadores, cuya posibilidad de error es m¨ªnima¡ª o no nos hayamos equivocado con las sumas y restas por otros motivos o en otros apartados. Como la deuda es uno de los pilares de la estabilidad financiera de cualquier pa¨ªs, hagamos un c¨¢lculo sencillo para verificar la disposici¨®n del Gobierno para cometer erratas.

Aseguran las previsiones de Hacienda que el volumen de deuda este a?o acabar¨¢ en el 94,2% del PIB. Hay que ser generoso para creerlo ¡ªen junio de 2013 la tasa ya estaba en el 92,23% y a ver c¨®mo se explica que en un semestre vaya a crecer solo en dos puntos¡ª; admit¨¢moslo en bien de la paz universal. Pero en ese caso, para calcular la deuda del a?o pr¨®ximo, habr¨ªa que sumar al 94,2% una cantidad que, normalmente, en el mejor de los casos, ser¨ªa el d¨¦ficit previsto para 2014, que es del 5,8% del PIB. He aqu¨ª que esa suma es 100. As¨ª que, probablemente, la deuda p¨²blica igualar¨¢ o superar¨¢ en 2014 el equivalente a toda la riqueza espa?ola anual. Se puede argumentar que se amortiza deuda, y por tanto puede ser inferior al 100%; y contraargumentar que hay que financiar m¨¢s partidas que el d¨¦ficit, y que por tanto puede ser superior incluso a ese n¨²mero redondo.

Ya no estamos ante una errata, sino ante una cadena de ellas o de sumas dudosas. Digamos, en t¨¦rminos gastron¨®micos y para no prejuzgar la intenci¨®n del sumador y el jefe del sumador, que estamos ante cuentas ¡°poco hechas¡±. Lo suyo ser¨ªa devolverlas al fog¨®n y que nos las devuelvan mejor cocinadas.