Concierto ben¨¦fico por el alzh¨¦imer

Como estudiante de Publicidad y Relaciones P¨²blicas, constantemente me tropiezo con opiniones que lejos de simpatizar con la industria, la tachan de manipuladora e hip¨®crita. Y no voy desmentirlo porque en todas partes se cuecen habas, pero hay que reconocer que a veces, aunque una acci¨®n de comunicaci¨®n sea eso, comunicaci¨®n, es mejor que exista a que no lo haga. Y este es el caso del concierto ben¨¦fico para la investigaci¨®n en contra del alzh¨¦imer que se celebr¨® el pasado 28 de septiembre en el Palau Sant Jordi.

La mayor¨ªa de la gente, cuando ve fundaciones con nombre de celebridad, piensa que se trata de una mera estrategia de imagen y con ello desmerece consciente o inconscientemente cualquier tipo de ayuda que hayan podido aportar. Pero cuando una propuesta es tan sincera como lo es la de la Fundaci¨®n Pasqual Maragall, estas cr¨ªticas se disipan y lo ¨²nico que puede quedar es la fuerza de una comunicaci¨®n que s¨ª, se sirve del nombre de alguien p¨²blico, pero con el objetivo de luchar contra algo tan inhumano como es esta enfermedad.

Que en la comunicaci¨®n no todo son hipocres¨ªas y, aunque as¨ª fuese, quiz¨¢ habr¨ªa que valorar si conviene que este tipo de acci¨®n con nombre y apellido desaparezca. Al fin y al cabo, la ayuda es ayuda, ya sea interesada o no, ?qui¨¦n voy a ser yo para juzgarla?¡ª Clara Rodr¨ªguez.