?Qu¨¦ tengo que decidir?

Creo en la legitimidad que tiene el pueblo catal¨¢n para decidir si quiere seguir siendo parte de Espa?a o ser un Estado independiente, pero como catal¨¢n me resultar¨¢ imposible responder a la cuesti¨®n si nadie me explica qu¨¦ supone. Hasta ahora los pol¨ªticos catalanes se han dedicado a encender a las masas, pero va siendo hora de que eleven el debate pol¨ªtico y planteen las cuestiones que nos preocupan a los catalanes. Aqu¨ª se trata de decidir si vamos a vivir mejor o peor. ?Cu¨¢nto cuesta el proceso independentista? ?Seremos un para¨ªso fiscal?

Para crear las nuevas estructuras de Estado, desde una Embajada en Albania a un sistema jur¨ªdico nuevo, pasando por un sistema de defensa o por federaciones deportivas, ?de d¨®nde sacar¨¢n el dinero, m¨¢s deuda p¨²blica? ?Y en qu¨¦ moneda la devolver¨ªamos? ?C¨®mo podremos abastecernos de productos (petr¨®leo) sin estar en la UE ni el euro? ?Han pensado en las pensiones, habr¨¢ que negociarlas con Espa?a? ?Han tenido en cuenta el efecto deslocalizador de las ya pocas multinacionales sitas en Catalu?a? Y a las pymes catalanas, ?alguien les comprar¨¢ productos en Espa?a? ?Y el castellano, lengua extranjera?

Ya van tarde en explicar qu¨¦ supone ser independiente. Respondan, por favor.¡ª Eric Bertr¨¢n Sitj¨¢. Barcelona.

Leo EL PA?S a diario desde hace muchos a?os pero, desde hace ya algunos meses, antes de abrirlo, me pregunto: ?Cu¨¢ntas cartas al lector y art¨ªculos de opini¨®n habr¨¢ hoy criticando la voluntad de cientos de miles de catalanes de poder votar en refer¨¦ndum si desean o no la independencia de Catalu?a? Curiosamente, un medio supuestamente plural como EL PA?S no recoge nunca la opini¨®n de estas personas.

Evidentemente, ni la prensa m¨¢s escorada a la derecha ni las televisiones estatales o privadas de fuera de Catalu?a se hacen eco tampoco de este punto de vista, por lo que los ciudadanos que no viven en Catalu?a y quieran entender los motivos que llevan a muchos catalanes a desear ser consultados a este respecto, ¨²nicamente pueden recurrir a Internet para informarse. En Catalu?a, basta encender el televisor para ver todos los canales del Estado y basta acudir a cualquier quiosco para leer la prensa de toda la naci¨®n. Lo m¨¢s curioso es que, un argumento habitual en la prensa no catalana es acusar al nacionalismo catal¨¢n de adoctrinar a la sociedad y de que los medios de comunicaci¨®n en Catalu?a no son plurales, lo que me lleva a pensar en aquello de ¡°ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el propio¡±.¡ª Miguel Oppenheimer. Bruselas, B¨¦lgica.