Algo m¨¢s que velocidad
La seguridad vial tambi¨¦n depende del estado de las v¨ªas y del adiestramiento de conductores
Despu¨¦s del rotundo ¨¦xito del carn¨¦ por puntos en bajar el n¨²mero de accidentes y muertos en las carreteras, la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico acaba de dar dos pasos en sentidos divergentes. Nada que oponer al endurecimiento de las sanciones a quienes conduzcan bajo los efectos de drogas o alcohol; ni tampoco a la pretensi¨®n de sancionar a los peatones infractores. La cuesti¨®n de subir (en el nuevo Reglamento General de Circulaci¨®n) la velocidad m¨¢xima hasta los 130 kil¨®metros por hora en las v¨ªas adecuadas y en las condiciones id¨®neas merece otro tipo de consideraciones.
La primera y obvia es que una elevaci¨®n de solo 10 kil¨®metros por hora no justifica las alharacas ni la presunci¨®n de que cambia o mejora la pol¨ªtica de tr¨¢fico ni justifica la acusaci¨®n de permisividad. No satisfar¨¢ probablemente a los partidarios de aumentar la velocidad m¨¢xima ni contentar¨¢ a quienes identifican seguridad con velocidades bajas.
Porque la pol¨ªtica contra la siniestralidad vial que con tanto ¨¦xito aplic¨® la Administraci¨®n anterior se basa en cargar la culpa de los accidentes y de las muertes a los conductores por el m¨¦todo de imponer dr¨¢sticamente el l¨ªmite de velocidad. Pero esta pol¨ªtica tiene sus limitaciones. No es posible reducir m¨¢s los accidentes bajando continuamente el l¨ªmite de velocidad, porque el coche se convertir¨ªa en un artefacto desechable. Lo oportuno ahora es ampliar las pol¨ªticas de circulaci¨®n. Para ello hay que suponer que la seguridad vial no es funci¨®n simple de la velocidad, sino de una m¨¢s compleja en la que intervienen tambi¨¦n la calidad del veh¨ªculo, el estado de carreteras y autopistas (deficiente en muchos tramos de la red espa?ola) y la habilidad del conductor.
Desactivadas (en general) las ansias de velocidad de los automovilistas, ha llegado la hora de exigir al Estado central y a las comunidades aut¨®nomas v¨ªas con firmes aceptables; reclamar una vigilancia estricta del parque automovil¨ªstico (que no ha sido capaz de desarrollar el sistema actual u oligopolio de ITV) y exigir a las academias de conducir que adiestren a sus alumnos en situaciones de riesgo. Conducir no consiste solamente en aparcar y maniobrar en las rotondas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.