Francesca pone orden en casa de Silvio
La joven pareja de Berlusconi explica en la prensa italiana c¨®mo ha tomado las riendas de su vida ¡°Se aprovechaban de ¨¦l, le hac¨ªa falta una ama de casa¡±, declara
Francesca Pascale ha bajado a la arena para defender al hombre al que ama, Silvio Berlusconi. La estrategia es la habitual en la casa: la comunicaci¨®n directa, coraz¨®n en la mano, con el pueblo. Pero, mientras el exmandatario prefiere la televisi¨®n, ella ha elegido una revista semanal, Oggi. ¡°Estamos angustiados¡±, cuenta en la entrevista de la edici¨®n de esta semana. ¡°Ya no sabemos qu¨¦ es el sue?o. Est¨¢ pasando todo junto, todo a la vez. No es justo, al margen de lo que se pueda pensar de ¨¦l¡±.
La novia del ex primer ministro italiano ¡ªella tiene 28 a?os y ¨¦l acaba de cumplir 77¡ª mantuvo un disciplinado silencio durante la campa?a electoral de las generales de febrero. Su prometido declar¨® que estaba enamorado y ¡°por fin acompa?ado¡±, poco antes de anunciar que iba a presentarse en las listas para el Senado. Los sondeos preelectorales no recogieron con entusiasmo la dulce novela, as¨ª que la determinada Pascale tuvo que quedarse en un segundo plano. Borr¨® sus cuentas en las redes sociales, apag¨® el m¨®vil, y tom¨® clases de estilo y de pronunciaci¨®n para lijar su acento napolitano. Casi invisible en los m¨ªtines, casi siempre sola en el Palacio Grazioli. Sola, con su perrita Dud¨², se entiende.
En estas semanas, en cambio, est¨¢ cobrando protagonismo. Y relata c¨®mo se hizo con las riendas de la casa. ¡°Cuando me fui a vivir con ¨¦l, encontr¨¦ una situaci¨®n inaceptable. Hice lo que hab¨ªa que hacer: limpieza. Muchos se aprovechaban de su generosidad. ?F¨ªjese que pagaban los guisantes a 80 euros el kilo! ?Le parece posible? Llegaban cajas de pescados as¨ª de grandes, y todo el mundo sabe que ¨¦l no solo no lo come, sino que le molesta tan solo olerlo. Bueno, faltaba una ama de casa¡±, cuenta en la entrevista.
?F¨ªjese que pagaba los guisantes a 80 euros el kilo! ?Le parece posible?"
Tras las ¨²ltimas complicaciones judiciales de su pareja, Pascale ha vuelto a aparecer a su lado y tambi¨¦n de forma aut¨®noma. A finales de junio, cuando ¨¦l fue condenado en primera instancia por instigaci¨®n a la prostituci¨®n de menores, ella baj¨® a la calle para defenderlo. Particip¨® en la manifestaci¨®n de solidaridad convocada por el fiel Giuliano Ferrara bajo el lema: ¡°Somos todas putas¡±. En agosto, el l¨ªder del centroderecha fue alcanzado por otra sentencia, esta vez del Supremo, en otro juicio abierto contra ¨¦l por fraude fiscal: un a?o de c¨¢rcel, que empezar¨¢ a cumplir la semana que viene en forma de arrestos domiciliarios o de servicios sociales. Mientras, como efecto colateral del fallo del Supremo, la C¨¢mara Alta debe votar si quitarle el esca?o de inmediato y echarle del Parlamento. La situaci¨®n es delicada para Il Cavaliere destronado. Y Pascale, que se enamor¨® de ¨¦l antes de conocerlo, ha tenido que intervenir. Ella es, dicen, la verdadera reina que domina la mansi¨®n romana y el coraz¨®n de Berlusconi. ¡°Hablan de halcones y palomas [as¨ª llama la prensa, respectivamente, a los partidarios de romper con el Gobierno y a los que predican paciencia, las dos alas del partido de Berlusconi] y en este zoo¡±, cuenta en la entrevista, ¡°me pintan a m¨ª como la hiena¡±.
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