Nuestra mente y la salud

Cuando estamos absortos imaginando una fantas¨ªa sexual, nuestro cuerpo puede responder como si estuviera teniendo esa experiencia; la mera suposici¨®n anticipada de un encuentro hostil puede hacer subir la presi¨®n sangu¨ªnea; conjeturar una situaci¨®n que nos provoca temor acelera nuestro ritmo cardiaco¡­ Estos ejemplos muestran que la relaci¨®n entre lo que proyectamos en nuestra mente y la respuesta fisiol¨®gica y corporal es evidente. Del mismo modo, cuando suponemos que algo ocurre, nues??tro cuerpo responde como si estuviera sucediendo en la realidad. Si cambiamos lo que imaginamos por algo m¨¢s positivo, podemos influir directamente en la situaci¨®n.

Numerosos estudios muestran que las im¨¢genes construidas conscientemente pueden llevar a efectos tales como un aumento de la glucosa en sangre, la formaci¨®n de ampollas, mayor secreci¨®n de ¨¢cido g¨¢strico, y cambios en la temperatura de la piel y en el tama?o de las pupilas. Est¨¢ claro que el cuerpo y la mente constituyen un sistema unificado e interdependiente. El poder de la creencia y de la imagen que mantenemos asociada a ella nos ayuda a mejorar nuestra salud cuando son positivas. En cambio, cuando son negativas, se incrementa nuestro malestar.

Invocar la energ¨ªa saludable. Utilizar im¨¢genes de esperanza. As¨ª movilizamos nuestro sistema curativo"

El esfuerzo creativo. A veces recurrimos a recuerdos negativos de situaciones que hemos vivido que nos hacen mantener una visi¨®n nociva de lo que puede ocurrir. En casos as¨ª debemos hacer un esfuerzo creativo para llegar a enfoques positivos. Podemos lograrlo descubriendo en nuestro pasado experiencias de superaci¨®n y recurriendo a ellas, o bien imaginando un futuro mejor. Esto tendr¨¢ consecuencias saludables a todos los niveles: mental, corporal, emocional y relacional.

Alimentar la confianza. Los medicamentos act¨²an en ocasiones con un efecto placebo. Son productos que quiz¨¢ no tienen una elevada repercusi¨®n fisiol¨®gica, pero son curativos porque el enfermo est¨¢ convencido de que esa ser¨¢ su consecuencia. El efecto placebo se da, por ejemplo, cuando el m¨¦dico transmite una imagen de futuro positivo al paciente. Esto alimenta su confianza y su esperanza. Con ello, el paciente cree en el resultado que obtendr¨¢ y, as¨ª, lo atrae y lo genera. Es decir, el resultado fisiol¨®gico de los pensamientos afecta directamente a la salud.

Ciencia y cambio

LIBRO
¨C 'Desarrolla tu cerebro. La ciencia de cambiar tu mente', de Joe Dispenza. Palmyra, 2008.

PEL?CULA
¨C 'El guerrero pac¨ªfico', de V¨ªctor Salva. Basada en el 'best seller' de Dan Millman.

David Cooperrider, creador e impulsor de la Indagaci¨®n Apreciativa, en su art¨ªculo sobre imagen positiva-acci¨®n positiva afirma: ¡°La respuesta placebo es un proceso fascinante y complejo en el cual las im¨¢genes proyectadas, tal como se reflejan por una creencia positiva en la eficacia de un remedio, provocan una respuesta curativa que puede ser tan poderosa como la terapia convencional. Aunque el fen¨®meno del placebo ha sido controvertido durante casi veinte a?os, la mayor¨ªa de los m¨¦dicos aceptan hoy d¨ªa como genuino el hecho de que entre uno y dos tercios de todos los pacientes tendr¨¢n una mejor¨ªa marcada fisiol¨®gica y emocional en sus s¨ªntomas simplemente creyendo que se les est¨¢ dando un tratamiento efectivo¡± (Beecher, 1955; White, Tursky y Schwartz, 1985).

Norman Cousins, miembro de la Facultad de la Escuela de Medicina de UCLA (Universidad de California, Los ?ngeles), en su obra Las opciones humanas (1981), sugiere que, m¨¢s all¨¢ del sistema nervioso central, del hormonal y del inmunol¨®gico, hay otros dos que no se han tenido en cuenta convencionalmente, pero que deben reconocerse como esenciales para el buen funcionamiento del ser humano: el curativo, y el sistema de creencias. Cousins argumenta que los dos trabajan juntos: ¡°El curativo es la forma en la que el cuerpo moviliza todos sus recursos para combatir la enfermedad. El de creencias es, a menudo, el activador del sistema curativo¡±.

La investigaci¨®n en muchas ¨¢reas confirma este punto de vista y muestra que las respuestas placebo no son m¨ªsticas ni inconsecuentes, y que las respuestas mentales y psicofisiol¨®gicas pueden ser canalizadas a trav¨¦s de m¨¢s de cincuenta mensajeros moleculares neurop¨¦ptidos que enlazan los sistemas nerviosos, endocrino, aut¨®nomo y central (White, Tursky y Shwartz, 1985).

Una experiencia personal. He comprobado en carne propia los beneficios de mantener creencias e im¨¢genes positivas sobre mi situaci¨®n corporal. Sin ir m¨¢s lejos, en 2011 tuve un accidente de moto en el centro de la ciudad de Barcelona. El impacto afect¨® a nueve v¨¦rtebras, con fracturas, aplastamientos y fisuras de diversa consideraci¨®n. Utilic¨¦ de inmediato la visi¨®n positiva: ?Estoy viva! ?Respiro! Un sentimiento de agradecimiento se apoder¨® de m¨ª mientras a¨²n yac¨ªa en la calle.

El pron¨®stico fue que deb¨ªa pasar tres meses en posici¨®n horizontal, sin poder doblarme. Me vi obligada a ponerme un cors¨¦ de hierro para poder mantenerme en posici¨®n vertical, pero procurando no estar m¨¢s de 30 minutos al d¨ªa de pie. Despu¨¦s de tres meses en cama tuve una larga recuperaci¨®n, que dur¨® otros tantos debido a la p¨¦rdida de tono muscular provocada por la inmovilizaci¨®n.

El traumat¨®logo estudi¨® la primera resonancia magn¨¦tica despu¨¦s del accidente y me dijo que alguna de mis v¨¦rtebras continuar¨ªa aplastada de por vida. Decid¨ª desafiar su pron¨®stico y utilizar el efecto placebo: cada d¨ªa en meditaci¨®n visualizaba el crecimiento de mis v¨¦rtebras y que pod¨ªa moverme con total flexibilidad. Adem¨¢s segu¨ª un r¨¦gimen alimenticio que contribuy¨® a prevenir la descalcificaci¨®n.

Dos meses y medio m¨¢s tarde escrib¨ªa: ¡°Hoy he visto los resultados de las radiograf¨ªas, y las v¨¦rtebras que supuestamente tendr¨ªa aplastadas de por vida han rehecho su altura y las he recuperado al cien por cien. Las v¨¦rtebras est¨¢n vivas y han crecido¡±.

En todo el proceso apliqu¨¦ lo siguiente:

Apreciar el hecho de estar viva. La actitud de agrade??ci??miento y aprecio genera bienestar, y ello contribuye a una mejora vital.

Visualizar mi futuro con las v¨¦rtebras restablecidas en su altura y flexibilidad normal. Me visualizaba danzando en el Cirque du Soleil. Ve¨ªa todo lo positivo que la situaci¨®n me ofrec¨ªa, a saber: meditar, estar con amigos sin prisa, leer, gozar del silencio¡­

Explicaba los beneficios de aquella situaci¨®n inesperada e indagaba sobre ellos. As¨ª reforzaba lo bueno y lo positivo, manteniendo mi tono vital mental y corporal. Mis preguntas se centraron en: ?qu¨¦ puedo aprender de esta situaci¨®n?, ?qu¨¦ puedo descubrir de m¨ª misma?

En esencia, apliqu¨¦ la indagaci¨®n apreciativa, que se centra en los aspectos que fortalecen la energ¨ªa, la vitalidad y el bienestar de un sistema, sea este un cuerpo, un grupo, una familia, una organizaci¨®n. En mi caso me centr¨¦ en todo aquello que daba sentido a mi vida y vitalidad a mi cuerpo.

Ante un malestar, depresi¨®n, enfer??medad, es bueno plantearse preguntas que nos conecten con nuestro cen??tro vital en vez de preguntas que nutran el malestar. Por ejemplo, ?qu¨¦ opor??tunidades me brinda esta situaci¨®n? En vez de ?qu¨¦ me estoy perdiendo por culpa de esta situaci¨®n? Visualizarse sano. Invocar la energ¨ªa saludable. Utilizar im¨¢genes inspiradoras de esperanza y confianza, en vez de im¨¢genes que nos desesperen. As¨ª movilizamos nuestro sistema curativo. Y estar convencido del poder sanador del cuerpo y de la mente. Recuerde: el sistema de creencia activa la curaci¨®n. Piense que puede mejorar y que su cuerpo tiene la capacidad para lograrlo.