Crueldad en Francia
La deportaci¨®n de una escolar es producto de una pol¨ªtica implacable contra los gitanos
La abrupta e inhumana expulsi¨®n del territorio franc¨¦s de Leonarda Dibrani, una ni?a kosovar roman¨ª de quince a?os, parece el resultado apropiado de la deriva xen¨®foba que impregna parte de los estamentos del pa¨ªs vecino. D¨ªas despu¨¦s de que el ministro socialista del Interior, Manuel Valls ¡ªel m¨¢s valorado del Gobierno¡ª asociara a los gitanos con la delincuencia y a poco de conocerse que el Frente Nacional ser¨ªa el m¨¢s votado en las elecciones europeas, Francia ha quedado conmocionada por las formas que ha utilizado la polic¨ªa para deportar a una familia kosovar. Una de las hijas, Leonarda, que se dispon¨ªa a disfrutar de una excursi¨®n escolar, fue obligada a bajar del autob¨²s y conducida al aeropuerto para ser enviada junto a su madre y sus cinco hermanos a Pristina (Kosovo).
Todos los elementos de este dram¨¢tico acontecimiento inducen a la sospecha: desde el silencio oficial y medi¨¢tico que se cerni¨® sobre ¨¦l durante los primeros d¨ªas hasta la primera versi¨®n policial, que, entre otras cosas, achaca a la madre la petici¨®n de que se recogiera a su hija para una deportaci¨®n fijada de antemano para ese d¨ªa. Los testimonios de los profesores de la ni?a han desmentido en parte el relato oficial y dan idea de la vejaci¨®n a la que fue sometida la peque?a Leonarda, detenida ante sus compa?eros como si de una delincuente se tratara.
Editoriales anteriores
El Gobierno franc¨¦s y Manuel Valls en particular est¨¢n en el epicentro de la tormenta pol¨ªtica desatada ¡ªcr¨ªticas socialistas incluidas¡ª y en la que llama la atenci¨®n la ausencia de un debate sobre el fondo de la cuesti¨®n. Ni siquiera el Partido de la Izquierda de Jean-Luc Melenchon ha dudado de la legalidad de la expulsi¨®n, limit¨¢ndose a criticar las formas. Lo que late, sin embargo, detr¨¢s de este asunto es una pol¨ªtica implacable respecto a ciertas minor¨ªas como la roman¨ª ¡ªapenas 20.000 personas¡ª y la renuncia de la Rep¨²blica Francesa a integrarlas para finalmente, como en un c¨ªrculo vicioso, culparlas de su falta de integraci¨®n. La familia Dibrani lleg¨® a suelo galo en enero de 2009 huyendo de Kosovo primero y de Italia despu¨¦s, donde se persigui¨® con sa?a a los roman¨ªes. Por tres veces le fue denegada su solicitud de asilo y, recientemente, su regularizaci¨®n, a pesar de que la familia llevaba ya cinco a?os en Francia y al menos dos de las ni?as ¡ªLeonarda y su hermana Mar¨ªa¡ª estaban escolarizadas con ¨¦xito.
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