Mujeres que superan el conflicto armado
Obra de Nancy Espina sobre la periodista Jineth Bedoya, violada por los paramilitares/@oxfamintermon
Bogot¨¢ -Colombia, reuni¨®n con m¨¢s de 8 organizaciones de lucha por los derechos de las mujeres. ¡°En el lenguaje cotidiano est¨¢n la violencia contra las mujeres y el conflicto armado¡±. Al principio es dif¨ªcil entender la relaci¨®n que existe entre ambas cosas y despu¨¦s es dif¨ªcil aceptar que, en el fondo, son cosas diferentes. Violencia contra las mujeres y conflicto armado es un d¨²o complementario responsable del sufrimiento y muerte de millones de mujeres en este enredado pa¨ªs.
El conflicto armado en Colombia es sumamente complejo. ¡°Colombia no es una dictadura. Eso es muy duro porque no tenemos un culpable, un dictador, al que se?alar y al que exigir que libere al pa¨ªs. Las responsabilidades se diluyen y por lo tanto la resoluci¨®n del conflicto armado tambi¨¦n.¡± Y las responsabilidades son muchas. 20.000 desaparecidos forzados y 4 millones de desplazados son cifras inigualables, sirva como referencia los 1.209 desaparecidos de la dictadura Chilena. El conflicto es tremendamente violento, los diferentes grupos, militares, paramilitares, guerrilla, se ensa?an con ciertos grupos m¨¢s que con otros. Ensa?arse es torturar y matar, por poner un ejemplo cortar la cabeza y pasearla como si fuera un bal¨®n de futbol.
Cuando hablamos de objetivos, estamos hablando de las personas con menos recursos econ¨®micos, y de las mujeres y los ni?os.
Colombia es un pa¨ªs abiertamente machista en su cultura y en su estructura jur¨ªdica. Las mujeres est¨¢n tuteladas. ¡°Las diferencias entre las mujeres est¨¢n vistas como ri?as y entre los varones son debates¡±. La violencia contra la mujer es permanente y asociada al conflicto armado. Es desgarradora.
?Cu¨¢l es el tipo m¨¢s frecuente de violencia contra la mujer en el marco del conflicto? Los desplazamientos forzosos. Cientos de mujeres solas con sus hijos llegan todos los d¨ªas a la ciudad de Bogot¨¢ huyendo para salvar su vida y la de su prole. Ah¨ª se encuentran con que no tienen recursos ni forma de generarlos. ¡°En el campo somos libres e independientes. En la ciudad no somos nada¡±. El entorno de la ciudad es agreste, a veces mucho peor que lo que dejaron atr¨¢s. El rechazo, la vejaci¨®n, las agresiones sexuales, est¨¢n a la orden del d¨ªa. Es un tema cultural. Ya en muchos de los colegios de Bogot¨¢ son numerosas las ni?as agredidas impunemente por sus compa?eros varones. Pero no solo eso. Muchas de las ni?as que acuden a las clases son las responsables del cuidado de toda la familia y no tienen tiempo de hacer sus tareas. Y son duramente castigadas por ello, p¨²blicamente, frente al resto de sus compa?eros.
En este panorama desalentador los rayos de esperanza son tan luminosos que deslumbran. Mujeres de todas las clases sociales y ¨¢mbitos llevan a?os en pie de guerra luchando por cambiar las cosas. Empezando primero por ellas, por su cuerpo y su esp¨ªritu. Luchando por cambiar la cultura, los preconcebidos. Rechazando el maltrato y reivindicado el territorio de su cuerpo. Organiz¨¢ndose, uni¨¦ndose, abraz¨¢ndose y compartiendo con otras mujeres su experiencia. Creciendo. ¡°Una vez que se sintieron capaces, que se reconocieron como mujeres, decidieron dar un salto para ser reconocidas tambi¨¦n institucionalmente,¡° exigiendo el espacio que les pertenece en los ¨®rganos de toma de decisiones. Desde los centros de gesti¨®n comarcales, hasta en las conversaciones de La Habana: ¡°En este nuevo pacto no queremos ser la pactadas queremos ser las pactantes.¡±
Y a trav¨¦s de la lucha y la uni¨®n se ha conseguido cambiar cosas. Lo primero es la visibilidad. El tema de la violencia contra la mujer forma parte ya de la agenda informativa nacional e internacional. Segundo han conseguido que el tema est¨¦ presente en la agenda pol¨ªtica nacional e internacional. Y finalmente cada vez m¨¢s mujeres Colombianas tienen mayor autonom¨ªa.
Este es un ejemplo de que los cambios son posibles a trav¨¦s de la uni¨®n. Esta uni¨®n es primero emocional, energ¨¦tica como dicen aqu¨ª las mujeres, y despu¨¦s a trav¨¦s de la organizaci¨®n. Es una uni¨®n de mujeres libres y reforzadas, sanadas con la ayuda de otras mujeres. Es una inspiraci¨®n y la prueba de que juntos podemos.
Nota de la autora:
Esta es la primera entrada de un monogr¨¢fico sobre el viaje que estoy realizando a Colombia en estas dos pr¨®ximas semanas con la organziaci¨®n Oxfam Intermon. El encuentro relatado tuvo lugar con las organizaciones con las que colabora esta organziaci¨®n en Colombia. Las declaraciones son de las mujeres que asistieron a dicho encuentro.
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