¡®Turno de oficio¡¯ contra ¡®Farmacia de guardia¡¯
Estas dos series espa?olas, ambas dirigidas por Antonio Mercero, estrenaron la producci¨®n propia de sus respectivas cadenas Dos importantes guionistas defienden sus respectivas ficciones, dos historias que marcaron ¨¦poca
ACTUALIZACI?N: Farmacia de guardia gana a Turno de oficio con el 53,76% de los votos.
La segunda batalla para encontrar la mejor serie espa?ola enfrenta a dos ficciones que marcaron su ¨¦poca: Turno de oficio, que se estren¨® en 1986 en TVE1, y Farmacia de guardia, que arranc¨® su emisi¨®n en Antena 3 en el a?o 1991. Ambas producciones fueron dirigidas por Antonio Mercero y se enfrentan en esta competici¨®n por sorteo. El ¨²ltimo cap¨ªtulo de Farmacia de guardia, que logr¨® juntar ante el televisor a 11.527.000 espectadores, fue durante muchos a?os lo m¨¢s visto en la televisi¨®n espa?ola.
Turno de oficio
Por Manolo Matji, guionista de la serie.
Antonio Mercero quer¨ªa hacer otra serie y TVE tambi¨¦n pero no se pon¨ªan de acuerdo con el tema. Juan Luis Galiardo regres¨® de M¨¦xico, a donde hab¨ªa emigrado en busca de trabajo, y tambi¨¦n quer¨ªa serie; pero adem¨¢s ten¨ªa tema, que en realidad le hab¨ªa soplado Jose Gabriel Blanco, abogado de fortuna y amigo suyo, maestro del burle y buen conocedor de lo que se coc¨ªa y a¨²n cuece en los juzgados de la Plaza de Castilla. Sucedi¨® en 1984, tiempo lleno de promesas y de esperanzas en que cambiaran las cosas, entre las que no era menor la modernizaci¨®n de la Administraci¨®n de Justicia, cargada de rutinas anta?onas y vicios seculares, instrucciones desesperantes y velocidad de tortuga. Buena idea, pensamos, la de asomarnos al asunto desde el pelda?o m¨¢s bajo del sistema, la defensa de los m¨¢s d¨¦biles a cargo de profesionales. Abnegados, unos; otros, revoltosos con ganas de animar el cotarro; y los de siempre, con ¨¢nimo de ganar alg¨²n dinero.
Horacio Valc¨¢rcel y yo nos reun¨ªamos por la tarde en casa de Mercero, a orillas del Manzanares, desde cuyas ventanas ve¨ªamos volar los patos con los que el alcalde Tierno quiso hermosear el r¨ªo; aunque los palm¨ªpedos apenas duraron el invierno (se los comieron). De pronto aparecieron los personajes y los actores que hab¨ªan de interpretarlos. ¡°El Chepa¡±, letrado alcoh¨®lico y desenga?ado, pero todav¨ªa vivo, con el que Juan Luis Galiardo se identific¨® de inmediato y que guard¨® muy dentro hasta el final de su vida; Eva, la abogada feminista, herida tambi¨¦n por alg¨²n oscuro episodio quiz¨¢s de la infancia, a la que Carme El¨ªas regal¨® la pasi¨®n fr¨ªa que a¨²n nos quema; Cosme, brillante opositor primero, fracasado en amores despu¨¦s y luego el ¡°pedete l¨²cido¡±. Ah, y la madre de Cosme, do?a Marina, vivida con tanta emoci¨®n por Irene Guti¨¦rrez Caba.
Pocos d¨ªas despu¨¦s Antonio Mercero tuvo la idea de llamar a Juan Echanove para Cosme, ¡°un Charles Laugthon joven¡±, dec¨ªa no y estaba descaminado como despu¨¦s hemos visto. Una decisi¨®n feliz, una m¨¢s entre tantas otras. Y luego, las historias. Las historias que o¨ªmos en los juzgados, las que le¨ªmos en los sumarios, las que llenaban los peri¨®dicos. Droga, violencia, dinero, sangre y miedo, historias de siempre; tambi¨¦n la injusticia de la ley, pero no la mentira, que a¨²n no hab¨ªa aparecido. Hab¨ªamos le¨ªdo en Faulkner que ¡°sin las viejas verdades universales cualquier historia es ef¨ªmera y est¨¢ condenada ¨Camor y honor y piedad y orgullo y compasi¨®n y sacrificio ¨C poco menos que a la nada¡± y tuvimos presentes sus palabras en las historias que quisimos contar. Quiz¨¢s porque no hab¨ªa otros, el p¨²blico acept¨® mirarse en este espejo que no quer¨ªa enga?arlo y en el que disfrut¨® reconocerse.
Diez a?os despu¨¦s, Turno de oficio volvi¨® a las pantallas y la Administraci¨®n de Justicia apenas hab¨ªa cambiado. El tiempo de las promesas hab¨ªa caducado. Viejas rutinas, nuevas rutinas, vicios de nuevo cu?o y la misma lentitud; lejos del ideal de justicia: r¨¢pida, ejemplar y justa. Sin Mercero y sin Valc¨¢rcel (que viv¨ªan por entonces en Farmacia de Guardia), hicimos la segunda parte con los mismos personajes que sobreviv¨ªan con amargura y dolor el fracaso de sus vidas y el desencanto de las ilusiones. Hab¨ªa en ese tiempo otros espejos para mirar, de aparentes y m¨¢s agradables luces.
Farmacia de guardia
Por Ignacio del Moral, guionista de la serie.
En oto?o de 1989 recib¨ª una llamada que, literalmente, me cambi¨® la vida: era de Antonio Mercero, que, por recomendaci¨®n de Joaqu¨ªn Oristrell (una vez m¨¢s, ?gracias!), me propon¨ªa colaborar en la creaci¨®n de una serie de televisi¨®n, encargada por Antena 3, la primera de las cadenas privadas que se embarcaba en la producci¨®n de ficci¨®n. No hay que explicar qui¨¦n es Mercero, as¨ª que es f¨¢cil imaginar lo que aquella llamada supon¨ªa para m¨ª, guionista novato con escasa experiencia. S¨®lo ten¨ªa un t¨ªtulo: Farmacia de Guardia. Lo dem¨¢s hab¨ªa que inventarlo. Muy pronto se uni¨® al equipo Eduardo Ladr¨®n de Guevara, y entre los tres, dando largos paseos por las orillas del Manzanares, fuimos creando aquel peculiar universo de la famacia de la licenciada Cano. No hubo biblias, ni arcos dram¨¢ticos, ni departamentos de contenidos, ni equipos de lectores de la cadena que interfirieran el proceso.
Desde el principio hasta el final, hubo un escrupuloso respeto por la independencia del equipo creador: se nos encargaron 52 guiones, y se inici¨® la emisi¨®n cuando hab¨ªa grabados unos 25 cap¨ªtulos: igualito que ahora. Poco a poco, a lo largo de las sucesivas temporadas, se fueron uniendo m¨¢s guionistas: Luis Mar¨ªas, Horacio Valc¨¢rcel, Yolanda Garc¨ªa Serrano, Santos Mercero, Daniel Sanchez Ar¨¦valo, Juan Carlos Rubio, Juan Bas... El ¨¦xito de la serie no fue repentino: partiendo de unos ¨ªndices francamente modestos, fue escalando posiciones hasta situarse permanentemente como el programa m¨¢s visto cada semana. Sin duda, el feliz resultado del experimento propici¨® la creaci¨®n y desarrollo de una pujante industria de ficci¨®n televisiva.
Farmacia de Guardia, adem¨¢s de aparecer en el momento adecuado, supo, gracias al ya por entonces reputado talento de Mercero, conectar con los gustos de la mayor¨ªa a trav¨¦s de historias sencillas y bien humoradas, en las que, junto al humor y el costumbrismo, no faltaban las notas de drama y los apuntes cr¨ªticos. Votar por Farmacia es no s¨®lo un homenaje a su creador, sino reconocer el papel esencial que aquella recordada serie desempe?¨® en la historia de nuestra ficci¨®n televisiva. Una historia de la que muchos nos sentimos orgullosos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.