El despelote fiscal
La recaudaci¨®n fiscal es un 9% interior a la media europea. Y a¨²n no hay reforma fiscal a la vista
La Comunidad de Madrid anuncia una rebaja de impuestos. Intenta cambiar as¨ª el foco de atenci¨®n, m¨¢s all¨¢ de su aportaci¨®n a la reducci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico total (que es lo que importa a De Guindos y a Montoro, y por ello hacen esas declaraciones, sorprendidos ante la decisi¨®n de Ignacio Gonz¨¢lez). Dado que se aproxima un periodo electoral auton¨®mico se pretende que no se discuta sobre la privatizaci¨®n de la sanidad, o de la del agua a trav¨¦s del Canal de Isabel II (la joya de las atenciones de Gonz¨¢lez), de lo demediado de la educaci¨®n p¨²blica... sino de la rebaja de impuestos. Dentro de la misma, tampoco se han dado explicaciones sobre su distribuci¨®n por capas sociales: los madrile?os, alegres, aumentar¨¢n su consumo, y los emprendedores la inversi¨®n privada, que son los factores que no tiran en esta recuperaci¨®n faldicorta que tenemos.
La Comunidad de Madrid ser¨¢ una de las que bajar¨¢n los impuestos (otras ya lo est¨¢n anunciando), mientras el Gobierno central mantiene las subidas de los mismos al menos durante el a?o 2014, violentando estructuralmente lo que dec¨ªa el programa electoral con el que el PP gan¨® las elecciones generales de 2011. Unos suben los impuestos y otros los bajan: y todos los que deciden esta incoherencia pertenecen a la misma formaci¨®n pol¨ªtica.
Mientras ello ocurre, los ingresos fiscales espa?oles siguen siendo m¨¢s del 9% inferiores a la media europea, lo que replantea un asunto central: si los problemas de d¨¦ficit de nuestro pa¨ªs tienen que ver m¨¢s con los ingresos p¨²blicos que con los gastos, y la necesidad de una reforma fiscal que corrija este desequilibrio. Si fuese as¨ª, ello ir¨ªa en contra de la pol¨ªtica econ¨®mica aplicada en estos dos ¨²ltimos a?os. Los recortes siguen en los Presupuestos del a?o 2014.
En ello no hay nada nuevo. Ya ocurr¨ªa de este modo cuando el PP lleg¨® al Gobierno. El sentido com¨²n hubiera indicado que la reforma fiscal ¡ªjunto con la financiera¡ª deb¨ªa haber sido la prioridad del Ejecutivo de Rajoy. Sin embargo, se ha dejado para el final de la legislatura, contando que, con seguridad, tendr¨¢ efectos electorales. Y en vez de abordarla de frente, se ha encargado su elaboraci¨®n a un grupo de expertos. En su lugar se aprob¨®, por un c¨¢lculo ideol¨®gico (contentar a la base electoral empresarial, mayoritaria entre los votantes del PP) y por el procedimiento de urgencia, una reforma laboral impresentable, cuyos efectos, hasta ahora, han sido los siguientes: incremento del paro; aumento de los contratos temporales (se est¨¢ acabando con la dualidad del mercado laboral espa?ol: ahora todos somos precarios); reducci¨®n de los salarios (efecto colateral que no aparec¨ªa en la ¡°filosof¨ªa¡± de la reforma), y, sobre todo, un cambio muy significativo del poder en el mundo de la empresa (que es por lo que mayoritariamente la aplauden los empresarios, cuando hacen declaraciones p¨²blicas sobre la reforma).
Lo de los impuestos parece no correr prisa, en medio del despelote general.
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